El cuidado del ambiente ocupa un lugar destacado en la agenda política, cultural y mediática de Occidente. Con una mirada etnográfica ajena al consenso fácil sobre el tema, María Carman analiza el ambientalismo contemporáneo a partir de las experiencias de dos grupos urbanos. Por un lado, los habitantes de las villas ribereñas de la cuenca Matanza-Riachuelo, que se ven obligados a mudarse para evitar el sufrimiento ambiental. Y por otro, los proteccionistas que se movilizan en defensa de los caballos, atribuyéndoles una interioridad y una vida moral que niegan a personas como los carreros, quienes usarían a un animal noble para un propósito ruin. Las conclusiones las expone en Las fronteras de lo humano (Siglo XXI Editores), un libro con el que propone revisar el ambientalismo a la luz de los abismos de clase y de las desigualdades sociales. Y se pregunta en qué medida el ambientalismo puede contribuir a la estigmatización de los pobres.