Injusticia, impunidad, indignación. Esas fueron las palabras que más pronunciaron referentes de los organismos de derechos humanos tras conocer que el dueño de la empresa Ledesma, Carlos Pedro Tadeo Blaquier, ya no está en condiciones, a sus 94 años, de afrontar un juicio. Después de las múltiples demoras de la Cámara de Casación y la Corte Suprema, ahora un dictamen del Cuerpo Médico Forense (CMF) determinó que Blaquier tiene un deterioro cognitivo que dificulta su desempeño y le resta autonomía psíquica.
"No es una derrota, es una injusticia. Es muy duro y muy fuerte. Pero todavía estamos en pie", definió Eva Arroyo, presidenta de la Asociación H.I.J.O.S. de Jujuy.
Para Ricardo Arédez, hijo de Olga Márquez, impulsora de Madres de Plaza de Mayo en Jujuy, y de Luis Arédez, el médico e intendente que pagó con su vida el haberle cobrado impuestos al ingenio azucarero, "la injusticia sigue y seguirá siempre y cuando los gobiernos y el Poder Judicial miren para otro lado".
"El panorama parece definido ya aunque aún resta que se pronuncien otros peritos", señaló Sol Hourcade, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
"Esto es responsabilidad del Poder Judicial. Este daño que se ocasionó a las víctimas es responsabilidad de un Poder Judicial que encubrió solapadamente y sostuvo hasta este punto la impunidad biológica", planteó Arroyo, al referirse a que Blaquier quedó a un paso de no ser juzgado por los crímenes de lesa humanidad en el Ingenio Ledesma.
"Nosotros siempre esperamos los procesos de justicia. Nunca hubo revanchismo. Siempre creímos y creemos que las cosas se pueden transformar. Ese es el camino que construimos en la búsqueda de justicia. Pero el Poder Judicial tiene una deuda enorme con todas las víctimas, es el principal responsable de que esto suceda y causa mucha indignación", remarcó Arroyo.
Ricardo Arédez señaló a este diario que "la sensación" que tuvo al enterarse del dictamen fue de "estupor". "Mi memoria va a todos los padres y madres del departamento de Ledesma de Jujuy. Salieron del peor lugar para pedir memoria, verdad y justicia. Una lucha valiente y ética de las madres y los padres".
"Tenía un hilo de esperanza de que este hombre se presentara en un tribunal, como cualquier ser humano normal, a rendir cuentas de esta tragedia ocurrida hace más de 40 años", reclamó Arédez.
"Esta noticia que recibimos es justamente la consecuencia de una situación que venimos denunciando hace años, que tiene que ver con las demoras consistentes en todas las etapas de los juicios de lesa humanidad. En este caso se profundizó con responsables civiles", señaló Hourcade, coordinadora del equipo de Memoria, Verdad y Justicia del CELS.