El Pai umbanda, Jorge Juan Soria Villalba, no se presentó a declarar ayer tras su imputación por el delito de trata de personas y la Justicia ordenó su inmediata captura, pero hasta anoche aún no se había podido concretar y era intensamente buscado por las fuerzas federales.
Villaba es el líder espiritual del templo Umbanda de Villa San Antonio que está dedicado a venerar a San La Muerte, y había sido imputado a pedido del fiscal federal Eduardo Villalba, por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y por su calidad de “ministros de un culto”, junto a una mujer, también sindicada como la otra líder de la congregación.
El juez federal de Garantías N°1, Julio Bavio, dio lugar al pedido de la fiscalía y dispuso la prisión preventiva de la pareja, que en el caso del Villalba tiene que ser de cumplimiento efectivo, mientras que la de la mujer será bajo arresto domiciliario.
El caso comenzó en febrero de este año cuando una persona se acercó a realizar la denuncia y luego se sumaron otros testimonios. En la causa se contó con los aportes de la fiscal María Alejandra Mángano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), que coincidió con la fiscalía respecto al encuadre legal del caso.
Captaban personas en estado de vulnerabilidad
El fiscal Villalba sostuvo que, bajo la pantalla de líderes espirituales, la pareja acusada se dedicaba a captar personas en estado de vulnerabilidad, para doblegarles la voluntad y así someterlas al ejercicio de la prostitución. Agregó que los dos acusados obligaban a sus víctimas a entregarles entre el 40 y 70% de las ganancias que obtenían por la actividad a la que ellos las inducían.
“Esa captación iba dirigida a personas vulnerables, angustiadas, que llegaban a la congregación en busca de protección. Allí, si bien recibía cierta contención espiritual, a la vez se le generaba en ellos una exigencia de contribución, induciéndolas al ejercicio de la prostitución, para luego quedarse con las ganancias, situación que tenemos por probado ya en, al menos, dos casos”, recalcó el fiscal.
Señaló que el inmueble en el que residen y donde funciona el templo, según las pruebas reunidas, habría sido obtenido gracias al aporte dado por víctimas que fueron captadas e inducidas a prostituirse y realizar pago de cuotas mensuales, para lo cual los acusados no sólo se encargaban de facilitar los lugares para el ejercicio de la prostitución en esta ciudad, sino también en el Estado Plurinacional de Bolivia, tal como surge de las pruebas recolectadas en la investigación.
“El objetivo de los acusados como líderes espirituales no tenía nada que ver con el culto. No tenemos dudas de ello, aquí están en juego los derechos humanos, pues a partir del dolor de la gente, un dolor funcional a los imputados, se llevó a las víctimas a una vida incompatible con la dignidad humana”, afirmó Villalba.
Prisión preventiva
El Juez Bavio, debido a la naturaleza y gravedad del hecho, ordenó que los acusados sean detenidos preventivamente. Esa medida pedida por el fiscal fue fundamentada en la expectativa de pena negativa respecto a una condena de ejecución condicional y no descartó que, a partir de que se adopte la medida requerida, se presenten más víctimas, tal como ya sucedió en los últimos días.
A su turno, el defensor de Víctimas, adhirió a los planteos realizados por la fiscalía, mientras que la defensa de los acusados no objetó la acusación, aunque sí se pronunció en contra de la prisión preventiva, oportunidad en que solicitó que se adopten otras medidas menos gravosas, como el compromiso de colaborar con el proceso o la presentación de sus clientes, en los tiempos que el magistrado disponga.
Sin embargo 24 horas después esa oferta quedó en la nada ya que cuando el acusado debía presentarse en la audiencia, desapareció y motivó la orden de arresto inmediato y que ahora tenga calidad de prófugo.