"Vamos a trabajar en 2022 para que todos los brasileños puedan tener una vida digna y podamos volver a tener un país que nos enorgullezca", auguró el expresidente y líder del Partido de los Trabajadores, Inácio Lula da Silva, que termina el 2021 con un 56% de intención de voto, según las consultoras  Ipec y Datafolha. 

"Jamás desistir y siempre trabajar por un mañana mejor", alentó Lula de cara a las elecciones de octubre 2022. 

Brasil cierra el año sin las grandes celebraciones públicas tradicionales en las calles por el avance de la variante Ómicron y con otras trágicas inundaciones en el Estado de Bahía, como ya ocurrió en 2020

Lula envió un saludo especial para "quienes están sufriendo las inundaciones" del noreste. "Fuerza para los gobernadores e intendentes que están enfrentando esta tragedia para que las personas puedan recuperar lo perdido y recontruir sus vidas", deseó Lula. 

Mientras alrededor de 50 ciudades del noreste brasileño, donde ya murieron 24 personas y hubo más de 11.000 evacuados, están bajo el agua de ríos desbordados, Bolsonaro es criticado por no interrumpir sus vacaciones en Santa Catarina para acudir a las zonas afectadas. 

El presidente de ultraderecha rechazó también ayuda humanitaria, como la ofrecida por la Argentina


Lula mencionó también la grave situación económica que debieron afrontar miles de brasileños durante 2021 debido al desempleo y la crisis provocada por la pandemia de Covid-19. 

"Nuestra fuerza y solidaridad para quienes atraviesan dificultades en este momento con el desempleo, la pandemia, las dificultades para comprar alimentos o tener una vivienda digna", alentó el histórico líder sindical. 

Según sondeos de las consultoras Ipec y Datafolha, Lula, presidente entre 2003 y 2010 por el Partido de los Trabajadores (PT), tiene una intención de voto del 56%, lo que le permitiría ganar inclusive en primera vuelta ante un Jair Bolsonaro en caída libre, que solo suma un apoyo de entre 24% y 29%.