Un bebé de nueve meses sufrió quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo y está internado en el Instituto del Quemado. El hecho ocurrió por el mal uso de combustible para encender el asado la noche del 31 de diciembre. En ese centro de salud hay otros tres casos graves (dos de ellos son menores) por accidentes de pirotecnia.

 "Tuvimos un evento bastante grave con un bebé de nueve meses, por mal manejo de combustible para encender el asado. El chico tiene un 40 por ciento de la superficie quemada, así que quería recordar que no aviven el fuego con gasoil o nafta", dijo Patricia Gutiérrez, jefa de guardia del Instituto del Quemado en declaraciones televisivas.

Añadió que "cinco pacientes, de entre 7 y 17 años, llegaron con heridas de pirotecnia leves", a los que se les suma un hombre de 30 años, al que "le explotó en el rostro y perdió los dos dientes superiores y tuvo diversos traumas en el rostro".

En total, treinta personas sufrieron heridas por pirotecnia, según los casos registrados en el Instituto del Quemado, y también en los dos hospitales oftalmológicos de la ciudad de Buenos Aires, el Lagleyze y el Santa Lucía. 

En el Lagleyze ingresaron nueve personas con heridas oculares. Siete eran menores de edad, ninguno de gravedad. El año pasado no se habían registrado casos allí por primera vez en quince años. En el Santa Lucía hubo ingresos de quince heridos, de los cuales seis eran menores. Tres están en grave estado. 

Respecto de Año Nuevo hubo un incremento en los casos. Hace una semana hubo 18 heridos entre los tres centros de salud. Los médicos apuntan que, en caso de quemaduras, hay que proceder de inmediato a técnicas de primeros auxilios, como hacer rodar a la persona por el piso para apagar el fuego, además de cubrirla con una manta y usar agua. Luego hay que quitarla ropa en la zona quemada e hidratar con agua corriente. Si las quemaduras son químicas, hay que remover o diluir el agente químico con agua. Recomiendan no usar pomadas, cremas o ungüentos ni colocar algodones en las heridas.