Santiago Olszevicki es un bioquímico de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y analista de datos que desde el inicio de la pandemia viene ofreciendo en sus redes sociales información relevante sobre la evolución del Covid-19 en la Argentina y el mundo

En su último posteo de Twitter antes de fin de año, difundió tres cuadros que muestran la relación entre la empinada suba de casos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la mano de las variantes Delta y Ómicron, y la evolución de las internaciones en terapia intensiva y los pacientes que se ven obligados a recurrir a un respirador. Para el análisis, compara los número actuales con los que mostró el pico de la ola anterior de coronavirus.

"Las estadísticas de CABA marcan muchísimos casos, tantos que la ola anterior parece casi una meseta --señala Olszevicki--. Pero los datos que importan post-vacuna son otros: las camas de terapia intensiva y los pacientes con respirador en ellas están lejísimos de los valores que vimos antes."

Otro cuadro difundido por el ex decano de Ciencias Exactas, Jorge Aliaga, permite incorporar a la comparación otro de los datos actualmente relevantes, las muertes producidas, lo que permite completar el panorama.

El impacto de las vacunas

Como dejan claro los cuadros anteriores, hay una gran diferencia entre las olas anteriores y la actual. Por ello el Ministerio de Salud cambió los parámetros para definir las medidas sanitarias de los referidos a la cantidad de contagios a los indicadores de la situación del Sistema Sanitario.

La gran diferencia es la masiva aplicación de vacunas, que en Argentina llegó al 85,3% de la población con al menos una dosis, el 73% con dos y el 10,7% con el refuerzo de una tercera, números que colocan al país entre los mejor inmunizados del mundo.