Mientras ninguno de los principales dirigentes del PRO se anima a decir una palabra sobre el escándalo que desató el video donde se ve al ex ministro de Trabajo Marcelo Villegas hablando de armar causas contra sindicalistas en una reunión con empresarios, autoridades de inteligencia y otros funcionarios bonaerenses, comenzaron sutilmente los movimientos internos para ir derivando la culpa hacia el otro sector. Una suerte de Gran Bonete, pero en susurros. En el entorno de María Eugenia Vidal ya deslizan que esa reunión fue idea de la AFI y que sus funcionarios fueron una suerte de convidados de piedra. Los dirigentes del ala dura, como Waldo Wolff, le apuntaron sobre todo a Villegas, en tanto funcionario de Vidal de esa época, y por la frase de que le gustaría tener una Gestapo para eliminar sindicatos. El tema está todavía tan caliente que en la última reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio nadie se animó a tocarlo. Es un síntoma que, a diferencia de lo que ocurrió con la citación de Mauricio Macri por el espionaje a familiares de los tripulantes del ARA San Juan, no hubo un comunicado conjunto de Juntos por el Cambio asegurando que era todo falso.
Es que la causa de la Gestapo antisindical está en una zona de silencio espeso en Juntos por el Cambio: algún que otro radical hizo una declaración al pasar, pero de la boca de los principales involucrados no salió nada. Vidal mantiene un silencio con el que busca que el tema no crezca en los medios. La entonces gobernadora tiene a varios de sus ministros escrachados en esa reunión y diciendo cosas inconvenientes, pero prefiere no decir nada. En estos días, le resultó más importante hablar de la reelección de los intendentes. Macri, que ya tiene encima varias causas por espionaje en su historia, tampoco dijo nada, pese a que había autoridades de la AFI en el encuentro. Y Larreta, que tiene en su gobierno a uno de los implicados, hizo como si no escuchara los pedidos de renuncia de la oposición porteña. Silencio, en todas partes pintado el silencio.
Vidal tiene un segundo motivo para estar enojada, además del hecho de que sus funcionarios quedaron expuestos en una maniobra que el Poder Judicial ahora investiga: se confirmó nuevamente que la AFI en tiempos de Macri espiaba a su gobierno y de forma sistemática. Pero a diferencia de los seguimientos a Vidal y al ex vicejefe Diego Santilli que se investigan en otros expedientes, esa vigilancia produjo un video que fue un exocet a la ex gobernadora: y que en lugar de ponerla en el lugar de víctima -como hicieron las otras causas- deja a sus ex funcionarios en el banquillo de los acusados. Habrá que ver en qué momento y de qué forma elige expresar su fastidio al ex presidente por esas maniobras de espionaje reiteradas que siguen saliendo a la luz.
Muchas de esas maniobras tuvieron su origen en el llamado "Proyecto AMBA", la instalación de una serie de bases de la AFI en el territorio bonaerense, que sirvieron para reincorporar a policías bonaerenses fuera de servicio. En su momento, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, le avisó a Vidal que estaban usando esas bases para hacer tareas de inteligencia non sanctas y la gobernadora le pidió al presidente que las levantaran, cosa que se hizo a fines de 2017, supuestamente. La reunión filmada, cuyo video apareció en la AFI, fue a mediados de ese año, cuando esas bases estaban operativas.
Ya no se trata de diferencias políticas sobre qué discurso tener o a qué aliados apuntar desde el PRO: Vidal viene comprobando que desde la AFI en tiempos de Macri le metieron espías hasta en la sopa. En público, eligió una y otra vez desligar al ex presidente de esas tareas de inteligencia ilegales. En privado, en su entorno ya empezaron a dirigir la culpa hacia las tres autoridades de la AFI que estuvieron en ese encuentro: "Estoy seguro de que esa reunión la arma la AFI, no Villegas, que ni debe haber entendido bien a donde estaba yendo", señalan en el entorno de la ex gobernadora y hoy diputada porteña. Esta parece ser una de las estrategias: presentar a Villegas como un convidado de piedra y responsabilizar a la AFI y, en particular, al responsable de la relación con los jueces que estaba ahí sentado: Juan Sebastián De Stefano.
Va a ser interesante ver qué ocurre cuando empiecen las estrategias de las defensas en la causa. ¿Villegas le apuntará a la AFI o coordinarán las estrategias? También es importante observar a futuro el nivel de cohesión que exhiben los ex ministros de un gabinete ya disuelto. Por lo que pudo saber este diario, el ex ministro de Infraestructura, Roberto Gigante -a quien Vidal pidió especialmente cuando perdió a otro funcionario que consideraba valioso- está que trina. Se queja de que lo metieron en un encuentro sin saber a qué iba y ahora se puede comer una causa judicial. No toda la bronca está destinada en ese caso a la AFI. Hay también para Villegas, que andaba en reuniones en la Rosada junto al jefe de la AFI, Gustavo Arribas, un mes antes de ese encuentro con empresarios.
"Esto es un vuelto político a Vidal. Sin duda, había una mirada desde la AFI con Vidal no sé por orden de quién", remarca un dirigente de peso cercano a la ex gobernadora, que no deja de mostrarse desconfiado con Macri y su entorno (entre otros, Marcos Peña). "¿Por qué la grabaron y por qué la guardaron? Son dos cosas bastante raras que no se entienden", remarca. El video también puede abrir alguna grieta con Larreta, que tiene en su gobierno a De Stéfano y se negó a echarlo cuando se conoció la noticia. "Tampoco se entiende para qué Horacio lo tiene a De Stefano en SBASE", advierte el hombre de Vidal ante este diario.
Desde el entorno de Larreta, por el momento lo defienden: "¿Por qué lo vamos a echar? Si en el video no dice nada. ¿Lo vamos a rajar por estar en un video?". Señalan que, en caso de que en la causa judicial aparezcan nuevos elementos, en esa instancia evaluarán la renuncia que ya le pidió la oposición porteña. Larreta no le dedicó demasiado tiempo a analizar el caso. Sigue pensando que es algo que lo toca de lejos.
Hasta ahora, todas las causas de espionaje que mostraron situaciones de escuchas o seguimientos internos fueron procesadas internamente en el PRO. Nadie salió, por ejemplo, a responsabilizar a Macri en público. Fue todo conservar las apariencias de que nadie cree que el ex presidente esté detrás de todo. Habrá que ver si esa estrategia se mantiene en esta causa judicial, en la que están implicados ex funcionarios de distintos gobiernos y de distintas líneas políticas.