¿Cómo pensar que unas simples torres de luz, hoy ubicadas en el estadio de Gimnasia y Tiro de Salta, pueden guardar testimonio del paso de los dos jugadores de fútbol más trascendentales de la historia?

Un relato que nace a finales de los '60 en Liniers, se agiganta a mediados de los '90 en la ciudad de Salta, y aún tiene final abierto.

Allá por Liniers

La historia de Vélez Sársfield y las luminarias para sus estadios deportivos guardan una particular relación. Este porteño club fundado un 1° de enero de 1910, ya en el año 1928 contaba en su anterior y mítico estadio, con la primera iluminación de la historia del fútbol sudamericano.

Diferentes vaivenes económicos y deportivos harán que la institución se mude adonde luego forjó su historia grande, pegado a la Avenida Juan B. Justo en el barrio de Liniers.

Sin embargo, aquella mudanza de la mano del mayor dirigente de la historia del futbol argentino, Jose “Pepe” Amalfitani, tuvo que esperar mas de 20 años para ver un partido nocturno.

Osvaldo Rao es historiador y periodista de Vélez Sársfield. Sus estudios y vastos archivos le permiten recordar minuciosamente cada detalle “Vélez había sido el primer estadio de sudamericana en tener luces, que se inauguraron en el año 1928 en el viejo fortín de Villa Luro. Era algo que para la época no se usaba, así que eso fue algo innovador. Pero cuando se muda al actual estadio en el año 1943, se debía lo que tenía que ver con el sistema de iluminación. Tuvo que esperar 26 años para tener luces”.

“Esto lo tenía algo perturbado a Don Pepe Amalfitani, entonces se crea una comisión relacionada al tema de las luces. El presidente de esa comisión fue ni mas ni menos que Raul D'Onofrio, padre del saliente presidente de River, que era estrecho amigo de Amalfitani e hincha de Vélez. A posteriori también fue presidente de la AFA” comenta el historiador.

Las tratativas comienzan a desarrollarse de la mano del presidente de la comisión. Así lo relata Osvaldo Rao: “D'Onofrio, al ser un empresario que viajaba al exterior, se había fascinado con la iluminación de partidos de béisbol que vio en Estados Unidos y de alguna forma así trae la idea. En tanto en Argentina el mejor estadio para ese entonces a nivel iluminación era el de Racing. D’Onofrio se reúne con los dirigentes del aquel club para empaparse en el tema y luego comienza a intercambiar con distintas empresas que le fueron mostrando posibilidades. Finalmente se decidieron por Siemens que, aunque era la mas cara, mostraba el mejor potencial ya que para ese momento la iluminación que Vélez compró era la mejor de América. Inclusive ese sistema lumínico estaba especialmente adaptado para tomas de televisión y para películas en blanco y negro y a color. Por eso después de eso muchos films se hicieron en el estadio o en los alrededores, se aprovechaba el sistema de luces que estaba apto para el cine. Fue una instalación de avanzada... por eso siempre digo que los dirigentes de esa época pensaban en el largo plazo”.

Se encienden las luces

El 6 de diciembre del 1969 el barrio de Liniers se viste de fiesta. Las luces mas modernas, nunca antes vistas, iban a iluminar por primera vez el estadio. Y a esa cita el invitado de honor sería el Santos de Brasil con Pelé a la cabeza.

Comenta Rao que “El Santos era el equipo más buscado para hacer giras, de algún modo Pelé pudo seguir en el Santos toda su vida porque se basaban en distintos partidos amistosos internacionales para poder pagarle. En un principio parecía difícil que llegara pero finalmente se alinearon los planetas y terminó estando en cancha el famoso equipo de Brasil. Se cuenta que que Pelé quedó maravillado con el sistema de iluminación y con el campo de juego”.

Al mismo tiempo Osvaldo Rao remarca algunas cuestiones que, lateralmente, le posibilitaron a Vélez una mayor proyección “El sistema lumínico mas el campo de juego es lo que le permite a Vélez Sársfield ser elegido como sede del mundial 78 ya que es algo muy valorado en la visita que realiza Stanley Rous presidente de la FIFA en el año 1972. Lo que resulta también increíble es que semejante obra dura muy poco, porque ya en el 1979 se venden las luces a Gimnasia y Tiro”.

Las luces viajan a Salta

Esta historia comienza a enlazarse y tomar volumen a partir del vínculo entre las instituciones de Buenos Aires y Salta gracias a la transacción del sistema lumínico.

Facundo “Mono” Vallejos es historiador de Gimnasia y Tiro. Apoyando su testimonio en fuentes gráficas y orales comenta aquella operación que vendría a ser parte de una gran remodelación del estadio de Gimnasia: “Las torres con las luces llegan en julio de 1979. Gimnasia estaba por jugar su primer Torneo Nacional y se genera una revolución. Ese año realizan muchas obras en el club y una de esas grandes obras es la compra de las luces”.

“Al parecer el momento en que Gimnasia le compra las torres a Vélez es cuando el presidente de aquel momento, Raúl López, va a Buenos Aires al sorteo de AFA para el Torneo. Entonces aprovecha y negocia el tema de la iluminación. Habían muchos clubes que las querían, entre ellos Boca y Huracán… particularmente Huracán las peleó hasta el último momento” comenta Vallejos y agrega “Finalmente llegan las luces. Tardan un año en instalarse y recién se prenden por primera vez en el año 1980”.

La parte de un todo

“Aquel momento histórico del club fue muy importante, y jugar por primera vez el primer Torneo Nacional se encaró con todo. Ya el estadio, conocido en aquel entonces como "el Monumental", era utilizado por la mayoría de los clubes para sus fechas importantes. 

Los eventos masivos también se hacían en Gimnasia: recitales de folclore, rock, hasta concursos de doma” remarca el historiador salteño y comenta un dato fundamental que será el broche de oro de la historia: “Todas estas modificaciones perduran un gran tiempo hasta el 1994 donde se dan nuevas remodelaciones para el partido de Argentina frente a Marruecos donde básicamente se hacen dos tribunas nuevas”.

Este recordado partido será un gran mojón histórico en la vida deportiva de Gimnasia y Tiro, así como también para toda la provincia. La Selección argentina, en su preparación para el mundial de Estados Unidos 1994, se despedirá del país en aquel estadio.

La cita será en la noche del 20 de abril de 1994, donde Maradona marcará un gol de penal, que será el ultimo de su carrera en tierras argentinas con la camiseta de la selección.

“Lo de Maradona en el 94 fue algo muy grande para toda la provincia que hasta el día de hoy se lo sigue recordando”, comenta “Mono” Vallejos sobre aquella majestuosa noche salteña que sellará la historia de unas luces que iluminaron a Pelé y Maradona, “cuando me enteré de esa historia me llenó de orgullo” remarca el historiador.

Esta peculiar historia aún no ha finalizado, ya que las torres siguen firmes en “El Gigante del Norte”. Mas de uno se atreve a soñar pensando en el jugador ícono que faltaría ser iluminado por aquellas luces “Falta que Messi sea iluminado por los focos... es el sueño de todos me parece”, comenta Vallejos.

Las luces permanecen en la cancha de Gimnasia. En una céntrica y privilegiada ubicación a la vista de todas y todos los salteños así como también de los miles de turistas que visitan a diario la capital salteña. Sin embargo, pocos saben que aquel cúmulo de fierros erguidos, fueron testigos de las gambetas y los goles de dos gigantes del fútbol mundial: Pelé y Maradona.