La escalada inédita de casos de coronavirus de la semana de Año Nuevo enfrió el verano en la Costa Atlántica con una inesperada brisa de incertidumbre. Mar del Plata y Villa Gesell son las ciudades del país que prometen recibir más visitas en enero y ambas sostienen récords diarios de contagios. Después de meses de absoluta tranquilidad, el coronavirus vuelve a cobrar protagonismo en el momento de mayor explosión turística y abre interrogantes que, al menos hoy, no tienen una clara respuesta.
En tiempos de pandemia, los números dicen más que las palabras. Diciembre se abrió camino en Mar del Plata con 26 infectados nuevos y 129 casos activos y se despidió con 1042 casos nuevos –primera vez que se rompe la barrera de los 1000– y 3265 pacientes bajo tratamiento. Villa Gesell, a principios de mes, ni siquiera reportó infecciones y convivía con 4 casos activos; el último parte oficial del 2021 cerró con 111 casos nuevos y 438 pacientes en tratamiento. Así de drástico y repentino es el cambio de escenario epidemiológico, a tono con la realidad nacional.
Las abultadas cifras, sin embargo, casi que no tienen incidencia en el sistema sanitario. La ciudad que gobierna Guillermo Montenegro solo tiene dos personas en terapia intensiva mientras que en Gesell no hay internaciones por covid-19. “Todos son contagios leves. Esto se debe a la gran cantidad de gesellinos y gesellinas que se han vacunado y demuestra que la campaña de vacunación está dando resultados”, destaca el intendente Gustavo Barrera, al ser consultado por Página/12.
El ‘boom’ de casos tampoco golpea al turismo. Los hoteleros de ambos destinos, que reciben el 2022 con una ocupación prácticamente a tope, aseguran que son “muy pocas” las cancelaciones o postergaciones de reservas. “Hubo cancelaciones esporádicas pero por ahora no se hizo tendencia”, remarca Jesús Osorno, quien preside la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata.
Las inmobiliarias marplatenses son testigos del mismo panorama. “La gente viene igual. Hubo muy poquitos casos de alquileres que se cayeron”, ratifica Miguel Donsini, el titular del Colegio de Martilleros, quien revela que en la principal ciudad balnearia las reservas de inmuebles, en promedio, ascienden al 75% para la primera quincena de enero y trepan al 78% para la segunda.
El empresariado, de todos modos, no oculta la preocupación y las dudas. “Uno ve los noticieros y sería estúpido decir que no hay preocupación. No sabemos cómo va a terminar esto”, se sincera Osorno, mientras que Donsini señala: “El problema es que si alguien viene por una semana y le toca el covid, al final tiene que estar aislado casi todos los días. Ese es el tema de las vacaciones, más allá de la gravedad o no del contagio”.
Por el momento, el único impacto real se advierte en el teatro. Fátima Flórez y Nito Artaza, dos de las estrellas que llegaron a Mar del Plata para hacer temporada, estuvieron obligados a reprogramar funciones por contraer covid-19. Lo mismo sucedió con la comedia "La chica del sombrero rosa”. Y para cada obra, la disminución de presentaciones no es una decisión fácil de tomar si se tiene en cuenta el acotado margen de calendario y la fuerte apuesta que han hecho los productores en un contexto tan adverso e incierto.
La cartelera que hoy ofrece “La Feliz” no tiene nada que ver con la limitada performance del último verano: ahora sobran títulos y figuras, entre las que se destacan Martín Bossi, Soledad Silveyra, Verónica Llinás, Nicolás Vázquez, Gimena Accardi, Mauricio Dayub, Dady Brieva, Raúl Lavié, Gerardo Romano y Luis Brandoni.
¿Vuelven las restricciones?
Pese a la tercera ola, el cierre de actividades o el retroceso en algunas aperturas comerciales no se baraja como posibilidad. “La situación es totalmente diferente a la temporada anterior. La cuestión pasa por la prevención, por entender que tenemos que estar vacunados y cumpliendo con las medidas de cuidado”, sostiene Barrera, desde Villa Gesell.
La vacuna hace la gran diferencia entre una temporada y otra. El distrito del jefe comunal del Frente de Todos contabiliza, en total, más de 66 mil dosis aplicadas mientras que Mar del Plata cuenta con más de un millón de inoculaciones. La alta barrera inmunológica es lo que explica, en principio, la bajísima tasa de internaciones frente al auge de la variante Ómicron. Aunque hay que aclarar que ninguno de estos municipios confirmó oficialmente la circulación de la nueva cepa del coronavirus.
“Serían impensadas las restricciones. La situación sanitaria obviamente nos preocupa pero también nos ocupa: hicimos muchas cosas y los privados también hicieron grandes inversiones para generar espacio al aire libre para sus actividades. Creemos que no va haber inconvenientes y que vamos a poder llevar una temporada sumamente exitosa”, confía Bernardo Martín, el titular del Ente Municipal de Turismo marplatense.
Barrera, además, insiste en la importancia de ajustar los controles y aboga por cumplir con el pase sanitario que instauró desde el 21 de diciembre el gobernador Axel Kicillof para las actividades de mayor riesgo epidemiológico, medida que ya ha sido resistida por intendentes del PRO, como Montenegro y Martín Yeza (de Pinamar). “La reglamentación es clara y Montenegro tiene que adecuarse”, reprocha Barrera.
El otro ‘boom’
No todo es Covid-19: el turismo también acumula importantes récords en esta incipiente temporada. En diciembre, Mar del Plata recibió 870 mil visitas, prácticamente un 50% más que en 2020 y un 5% más que en 2019, cuando no había coronavirus. “En Playa Grande y en otros lugares de la ciudad se está tomando mucha más superficie pública. Los decks ampliaron un 40% los espacios al aire libre de la gastronomía. Estoy convencido de que lo que viene va a ser muy bueno”, insiste, con optimismo, el responsable del Ente de Turismo.
En la hotelería marplatense, que recuperó notablemente el número de plazas, las reservas rozan el 90%. Y hay balnearios de Playa Grande o del sur que ya están colmados. “En Varese y Cabo Corrientes la ocupación es del 85% y en La Perla ronda el 80% pero creemos que se van a completar con lo que es el alquiler de la unidad de sombra por día”, detalla Juan Salvi, de la cámara empresaria del sector, quien confirma: “Son todos niveles de ocupación muy buenos que ya superan lo que fue la temporada anterior a la pandemia”.
“En general, en las temporadas de los últimos 6 o 7 años las reservas venían siendo del 60% en diciembre y recién el 5 o 6 de enero se alcanzaba un nivel de más del 70%. Pero eso mismo ya se está viendo ahora. Creo que eso expone la enorme necesidad que tiene la gente de vacacionar”, grafica el titular del Colegio de Martilleros de Mar del Plata, en declaraciones a este medio.
Y Villa Gesell no se queda atrás. Según los últimos datos de PreViaje, la preventa turística que por segundo año consecutivo lanzó el Gobierno de Alberto Fernández, es la ciudad más elegida para veranear en la primera quincena de enero. “Con respecto al 2020, se observa un crecimiento del 50% en la cantidad de hoteles abiertos y un 63% de aumento en las plazas ocupadas”, precisa Emiliano Felice, secretario de Turismo de esa localidad.
“Estos números evidencian una gran recuperación. El incremento interanual entre 2019, 2020 y 2021 es exponencial porque no solo hay más hoteles abiertos sino más ocupación: no se suman sino que se multiplican los porcentajes”, enfatiza el funcionario, y añade: “La actividad de diciembre complementa excelentemente bien lo que es enero y febrero e inclusive estimamos que marzo sea similar a este mes”.
El intendente Barrera, por su parte, reitera que la temporada será “excelente”: “Nuestro destino es uno de los más elegidos a nivel nacional y esto nos pone muy contentos. Estamos muy comprometidos con el trabajo que tenemos que realizar para sacar esta temporada adelante. Yo creo que va a ser una de las mejores temporadas de los últimos tiempos”.