Según un estudio realizado por La Caja acerca de los hábitos y las costumbres en el escenario vial, a pesar de que siguen siendo menos en proporción, cada vez son más las mujeres en roles de conducción tanto de forma particular como laboral. Y, además, el 60% reconoce que las mujeres experimentan más situaciones de violencia que los varones en ese ámbito.

Qué percepciones o estereotipos existen sobre las mujeres y la conducción, cuáles son hábitos y costumbres que impactan en la seguridad vial y cómo es la movilidad diaria fueron los disparadores de una investigación que llevó a cabo La Caja, a través de la curaduría de Leda Pereyra, socióloga e investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especialista en movilidad urbana.

La encuesta arrojó resultados más que interesantes: de cada 10 mujeres, entre 7 y 8 no han tramitado sus licencias de conducir, aunque la tendencia empezó a revertirse; 7 de cada 10 personas coinciden en que las mujeres manejan igual de bien o mal que los varones; y 5 de 10 considera que las mujeres respetan las normas en mayor medida que los varones.

La investigación se realizó en base a una muestra de 400 casos, compuesta por 50% mujeres y 50% varones de entre 18 y 60 años, distribuida geográficamente en AMBA (50%), Mendoza (15%), Córdoba (15%), Tucumán (10%) y Río Negro (10%).

¿Cómo se mueven las mujeres?

Las mujeres son las principales usuarias del transporte público y realizan una gran proporción de viajes a pie para sus actividades diarias. En esta experiencia de viaje, analiza Leda Pereyra, repercute el importante peso de la movilidad para “dejar-buscar-acompañar a miembros del hogar al centro educativo” que realizan las mujeres a diario: muchos de sus desplazamientos incluyen a niños/as, lo que conlleva por un lado asumir mayores preocupaciones asociadas a la integridad física propia.

Con respecto al uso del auto, se observa que en los casos en que hay un vehículo en el hogar, no son mayormente las mujeres quienes lo utilizan efectivamente, dejando ver que las decisiones sobre los recursos de movilidad aún hoy evidencian un sesgo de género.

El estudio da cuenta de que entre 7 y 8 de cada 10 mujeres no han tramitado su licencia de conducir. Por otra parte, la edad promedio en que empiezan a conducir supera a la de los varones, en tanto más de la mitad de estos obtienen su licencia hasta los 18 años.

Así y todo, las mujeres utilizan el auto. Aun cuando su uso continúa siendo proporcionalmente menor, este va en aumento: según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, del total de licencias de conducir emitidas en 2021 a nivel nacional, cerca de un tercio corresponden a mujeres, el valor más alto desde 2010. De manera similar, en CABA casi 4 de cada 10 nuevas licencias fueron otorgadas a mujeres durante 2021, representando la mayor proporción de los últimos 20 años.

En lo que respecta a las motos, aún no se registra una presencia fuerte de las mujeres en la conducción: en las ciudades bajo estudio, las mujeres solo representan entre el 14% (AMBA) y el 30% (Córdoba) de los viajes hechos como conductoras de motos, dejando ver así que los varones siguen siendo sus principales usuarios.

Por último, en los últimos años, incluso previo a la pandemia de COVID 19, se constata un aumento en la promoción del uso de la bicicleta en varias ciudades argentinas. En esta línea, se destaca que la bici es el único medio de transporte en el que las mujeres expresan sentirse más confiadas y seguras que los varones. Además, se detecta luego de la pandemia un crecimiento en el uso de la bicicleta como medio de transporte en las ciudades argentinas: un 46% de las personas encuestadas utilizó ‘más que antes de la pandemia’ este medio de transporte.

Mujeres al volante

Resulta interesante remarcar que 7 de cada 10 personas encuestadas coinciden en que las mujeres manejan igual de bien o mal que los varones, comprobando así que comienzan a desarmarse en el imaginario social los prejuicios que históricamente asociaban a las mujeres con el “manejar mal”, situación que las exponía a situaciones de violencia cotidiana en su tránsito por escenario vial.

Así, no solo comienzan a perder peso antiguas concepciones, sino que en algunas plazas la situación se invierte, por ejemplo, en Córdoba más del 75% de los encuestados consideran que las mujeres manejan igual de bien o mejor que los hombres.

Por otra parte, entre el 60 y 70% reconoce que las mujeres “experimentan mayores situaciones de violencia” en el escenario vial que los varones. También cabe destacar que las mujeres sienten menor “confianza/seguridad” que los varones al transitar el espacio público, sobre todo al “manejar/conducir un auto o moto” y “caminar por la calle”. Esta percepción y reconocimiento diferencial de la experiencia de movilidad se advierte principalmente entre las mujeres, los/as más jóvenes (18 a 24 años) y residentes en AMBA.

Las mujeres, ¿más o menos cumplidoras de las normas de tránsito?

Sobre el acatamiento de las normas de tránsito, 5 de cada 10 considera que las mujeres las respetan en mayor medida que los varones. Este dato se intensifica en Tucumán, con 6 de sobre la media con 59%, y se diluye en Río Negro con 3 de cada 10. En esta última se destaca, de todas maneras, que casi la mitad de los/as encuestados/as afirman que mujeres y varones incumplen por igual, mostrando así un alto nivel de percepción del incumplimiento de la normativa vial en la región.

“Hoy emerge el incremento en el uso profesional del auto por parte de las mujeres, lo que constituye una oportunidad de salida laboral en el actual contexto de crisis. Esto podría precisar del apoyo por parte de las políticas públicas y empresariales focalizadas en promover la participación de las mujeres en el transporte, sector que históricamente ha sido altamente masculinizado”, asegura Leda.

¿Cómo se sienten las mujeres en la vía pública?

A partir de la investigación realizada por La Caja, se observa una paradoja en relación a la experiencia de seguridad en el escenario vial: más de la mitad de las personas encuestadas (mujeres y varones) menciona tener temor en el escenario vial y a la vez se registra la autopercepción de un alto respeto por las normas de seguridad vial.

En ese sentido, 9 de cada 10 personas encuestadas, tanto mujeres como varones, considera que siempre o casi siempre respetan las normas de seguridad en sus desplazamientos cotidianos. Sin embargo, algo más de la mitad se siente “algo” o “muy inseguro/a” en el escenario vial. El principal motivo de inseguridad señalado es la “falta de respeto a las normas/reglas de tránsito (de conductores/as y peatones/as)”.