El plan para destruir a los sindicatos y quitarles derechos a los trabajadores durante el gobierno de María Eugenia Vidal no solo se planificaba en mesas judiciales como la que encabezaba el exministro de Trabajo bonarense, Marcelo Villegas junto a la AFI y donde expresaba su deseo de contar con una "Gestapo" para terminar con los sindicalistas. También desde esa cartera se armaban presentaciones en las que detallaban los pasos a seguir, punto por punto, para armar causas judiciales e instalar el tema en los medios de comunicación. En los documentos, revelados por el portal Infogremiales, se puede ver en detalle la descripción del plan que tenía el macrismo, en este caso, para terminar con el Astillero Río Santiago. En diálogo con Página/12, Hugo "Cachorro" Godoy, secretario General de ATE, el sindicato que nuclea a los trabajadores del astillero, indicó que estos documentos "demuestran la sistematicidad en la persecución a los sindicatos y trabajadores".
Según se puede ver en los documentos del Ministerio de Trabajo provincial que publicó Infogremiales, un portal especializado en temas sindicales, los planes del gobierno de Vidal para el ataque al Astillero Río Santiago y al sindicato ATE de Ensenada en 2018 estaban divididos en tres líneas de acción: la agenda económica; la agenda judicial y la agenda pública. En la primera, los funcionarios macristas describían mes por mes los derechos laborales que querían eliminar como el pago por horas extra, el comedor, las vacaciones, las jubilaciones, la nocturnidad y las licencias gremiales, entre otros. Todos items que generarían un clima de conflicto provocado que les permitiría alcanzar el objetivo que Villegas había enunciado un año antes: "Si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría".
Más tarde, para el mes de septiembre, planificaban comenzar con los despidos y la reducción de personal hasta lograr el cierre del astillero. El modo para lograrlo sería a través de los arreglos con el Poder Judicial. En esa segunda columna detallaban que para lograr el cometido de recortar derechos, se debían realizar distintas denuncias penales, por ejemplo, por asociación ilícita.
En el escrito del Ministerio bonaerense, que descubrió Infogremiales, puntualizaban que había que realizar una "construcción del enemigo", y dejar en claro que "no es contra los trabajadores de la provincia", sino porque "no es justo que los bonaerenses financien los privilegios de los gremialistas". También subrayaban que había que realizar "acciones que permitan seguir construyendo el perfil del enemigo, es decir de las mafias que temen perder sus privilegios". Esas acciones, según explicaban, permitirían "crear el perfil de la mafia que queremos combatir y de ese modo justificar en el frente comunicacional las medidas de gestión que tomemos".
En diálogo con Página12 el actual presidente del Astillero Río Santiago, Pedro Wasiejko, puntualizó que "estamos convencidos que las cosas que hay que resolver en nuestro país se deben hacer colectivamente y con el acompañamiento de los trabajadores y trabajadoras, y nunca a través de acciones ilegales como las que encabezó el ministro de Trabajo durante el gobierno de María Eugenia Vidal a nivel provincial y de Mauricio Macri a nivel nacional".
El secretario general de ATE, Godoy, indicó que "fue Macri el que dijo que quería ponerle una bomba al Astillero para que desaparezca. Protagonizamos importantes luchas durante el gobierno de Vidal y por eso tanto el secretario general de ATE en PBA, Oscar De Isasi, como el secretario general de ATE Ensenada y trabajador del astillero, Francisco Banegas, están procesados judicialmente". Godoy también remarcó que "el fiscal de esa causa es Marcelo Romero, uno de los que formaba parte de la mesa judicial para perseguir y procesar a los opositores gremiales y políticos".
El titular de ATE agregó que con la documentación que apareció las últimas semanas se volvieron a presentar a la Justicia para incorporarlas en el expediente. "Queremos demostrar la sistemática persecución de la que éramos objeto los dirigentes de ATE en provincia de Buenos Aires", indicó.
Godoy explicó que no se trataba de "un arrebato ante una situación de conflicto", sino que "había una planificación sistemática para ahogar a los dirigentes sindicales, denunciarlos judicialmente, descalificarlos y condenarlos ante la opinión pública". "Construían que nosotros éramos el mal, que los sindicalistas éramos sucios y feos. Era una estrategia burda y criminal para dañar a la oposición política y gremial, y poder cerrar con argumentos falsos el Astillero Río Santiago", agregó.
A raíz de los documentos que fueron revelados y en los que se puede observar el plan sistemático de persecución, en diálogo con Página12 Banegas recordó los momentos de mayor conflicto en el astillero durante los años de macrismo. "En principio el 7 de mayo de 2018 el Presidente del Astillero de ese momento, Daniel Capdevila, junto con funcionarios y personal de custodia intervinieron el Astillero armados y despidieron gerentes. Ese fue el primer paso de provocación hacia los trabajadores. Después paralizaron todas las obras de construcción y nos cortaron las licencias gremiales que estaban contempladas en el convenio colectivo de trabajo. Los dirigentes gremiales no cobramos el salario por ocho meses y nos sacaron derechos que para ellos eran privilegios y para nosotros eran conquistas, como las vacaciones". "Vinieron por el gremio para poder cerrar el astillero. Nosotros veníamos denunciando que había una connivencia con la Justicia, no con toda, pero sí con un sector, porque eran denuncias orquestadas de las que incluso nos enterábamos por los medios de comunicación", advirtió. Todo lo que dijo Benegas coincide con lo escrito en los cuadros del Ministerio que conducía el macrista Marcelo Villegas.