La muerte de la ciclista atropellada en los Bosques de Palermo reavivó la discusión en torno a las penas que se aplican en casos de extrema gravedad, con conductores alcoholizados o bajo efectos de estupefacientes, que manejan a altas velocidades y que huyen sin siquiera atinar a auxiliar a la víctima. La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y organizaciones de la sociedad civil pidieron avanzar con un proyecto de ley que busca crear la figura penal del "homicidio vial". Hasta el momento no existe un figura específica para este tipo de casos que suelen quedar en una nebulosa legal entre el homicidio doloso y el culposo, con penas que en algunos casos no llegan a ser de cumplimiento efectivo. Aunque la ANSV pidió cambiar la carátula de la causa, al cierre de esta edición la Justicia mantenía la acusación de "homicidio culposo" contra José Carlos Olaya González, agravado por la velocidad con que manejaba, el resultado positivo del test de estupefacientes y su huida del lugar. Además, las organizaciones advirtieron que en muchos controles vehiculares solo se hace el test de alcoholemia y no el de estupefacientes.
"Desde la Agencia presentamos un proyecto que está en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados. Busca crear la figura de 'homicidio vial' equiparada al homicidio simple, con una pena de 8 a 25 años. El culposo va de 3 a 6 y casi nunca es de cumplimiento efectivo", dijo a Página 12 Pablo Martínez Carignano, director de la ANSV, sobre el proyecto de ley que impulsa la Agencia. "Hay una estadística que es muy clara: los siniestros viales son la principal causa de muerte de menores de 35 años en nuestro país", remarcó el funcionario. Consultado por este diario, Sergio Kohen, de la organización Conduciendo a Conciencia, sostuvo que "estamos totalmente de acuerdo con crear la figura del homicidio vial".
Kohen es el papá de Nicolás, uno de los chicos que falleció en la tragedia del Colegio ECOS en el año 2006. "En el caso de Palermo hay tres agravantes que son sumatorios: exceso de velocidad, abandono de la víctima y estupefacientes. Todo eso lo transforma, como mínimo, en doloso, pero la Justicia lo mantiene como culposo. Cuando uno sale con un auto con todos esos agravantes se está convirtiendo en un asesino potencial. Además, después huyó sin siquiera mirar a las personas: se subió al otro auto y se escapó", agregó el integrante de la ONG que realiza diversas actividades de concientización y educación en seguridad vial.
Por la muerte de Marcela Bimonte, la ANSV ya se presentó ante la justicia para pedir que la causa se caratule como homicidio simple. "Nos presentamos bajo la figura de amicus curiae. Es una medida que venimos adoptando desde 2020 en las causas con hechos fatales como consecuencia de una clara violación a las normas de tránsito y donde no hay un interés por la vida propia ni de otra persona", contó Martínez Carignano. Además del cambio de carátula, la Agencia también pidió que mientras dure el proceso se inhabilite la licencia de conducir de Olaya González.
Marcelo Calderón, del movimiento Masa Crítica, que nuclea a ciclistas de Buenos Aires, opinó que "cuando hay un siniestro vial las leyes se quedan cortas, deberían tener condena efectiva. El domingo Marcela salió a andar en bici, no salió a que la agarrara un auto y a perder la vida. No es la ley de la vida que te pise un auto a 120 kilómetros por hora". Calderón contó a este diario que en homenaje a Bimonte colgarán en el lugar de los hechos una de sus ya tradicionales bicicletas blancas, utilizadas para recordar a ciclistas víctimas de siniestros viales.
"Va a ser la bicicleta blanca número 14", contó Calderón, que recordó que hace exactamente cuatro años, el 3 de enero de 2018, se produjo la muerte de la ciclista Sofía Osswald, atropellada por un colectivo de la línea 126. "El colectivero intentó sobrepasarla, la atropelló y la mató. Por ese caso se hizo la primera bicicleteada masiva. Van cuatro años que venimos luchando y se ve que no cambia, cuesta mucho que la gente tome conciencia", agregó. En conjunto con organizaciones como "Bicivilizados", "Bicicleteadas Zen" o "Bycs Buenos Aires", este domingo "Masa Crítica" realizará una pedaleada desde el Obelisco hasta el cruce entre las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego. Allí murió Bimonte y allí se colgará la bicicleta blanca en su honor. "En la bici va una vida", es el lema con el que convocan las organizaciones.
Según el informe anual de la Dirección de Estadística Vial de la ANSV, en 2021 hubo un saldo de 3323 fallecidos en todo el país en siniestros viales. Los datos, recolectados hasta el 28 de noviembre del año pasado, marcan un leve repunte con respecto al 2020, cuando los casos bajaron considerablemente por la baja circulación que se registró por la pandemia, en especial durante los períodos más rígidos del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). En 2020 hubo 2941 víctimas fatales, mientras que en 2019 se registraron 4867 fallecidos.
Según el mismo informe, en el 3 por ciento de las muertes por siniestros viales las víctimas fueron ciclistas, mientras que en el 11 por ciento de los casos se trató de peatones que fueron atropellados en la vía pública. La mayor cantidad de víctimas son motociclistas, con el 47 por ciento de los casos, mientras que los fallecidos en automóviles alcanzan el 27 por ciento.
"Lo que está sucediendo es algo repetido. Nuevamente la ciudadanía no toma conciencia de la gravedad y el riesgo que es conducir con alcohol en sangre, estupefacientes o a alta velocidad como en este caso", apuntó Kohen. Desde Conduciendo a Conciencia también reclaman que se apruebe la ley de alcohol cero al volante, que cuenta con el apoyo de la ANSV. "El alcohol está presente en uno de cada cuatro siniestros viales", indicó Martínez Carignano. En este sentido, Kohen sostuvo que "son muy pocos los controles de alcoholemia en los que también se hace control de estupefacientes. Dentro del ámbito privado puede decirse que cada uno hace lo que quiere con su vida, pero cuando tomás un auto ya se entra en otro terreno".