La cuestión ambiental en la Argentina es un tema ineludible. Sólo en las últimas semanas se dio el levantamiento popular en Chubut en contra de la decisión del gobierno provincial de autorizar la minería a gran escala y el actual conflicto por la aprobación de permisos para realizar estudios hidrocarburíferos en el subsuelo del Mar Argentino. En el marco de un acuerdo con el FMI, una de cuyas bases es el impulso a las exportaciones, es esperable que la tensión entre la necesidad de divisas y los riesgos y sacrificios ambientales por la explotación de recursos naturales siga en ascenso.
No suelen haber muchos puntos de contacto entre la mirada ambiental y la que enfatiza la necesidad de profundizar exportaciones en base a los recursos naturales. Sin embargo, es necesario encontrarlos, en cuanto no es viable que los proyectos extractivos avancen sin licencia social, mientras que tampoco luce posible que el país de un plumazo pegue un vuelco en su matriz productiva. De cara al actual conflicto vinculado al visto bueno de parte del Gobierno nacional para que empresas petroleras exploren la profundidad de las costas de la provincia de Buenos Aires, Página/12 presenta diferentes posiciones.
"Información y prejuicios"
Ignacio Sabbatella, doctor en Ciencias Sociales e investigador del Conicet, explica que "Argentina tiene varias cuencas offshore, aunque la Cuenca Argentina --para la cual se aprobaron los permisos-- hasta el día de hoy se mantiene inexplorada. Las áreas en cuestión están a más de 300 km costa afuera de la localidad costera más cercana, que es Mar del Plata. El país ya produce offshore en la Cuenca Austral, en donde el yacimiento Hidra está a sólo 13 km de la costa de Tierra del Fuego. Desde aquellos pocos en el mar se produce el 17 por ciento del actual consumo de gas del país".
"Por otro lado, la Cuenca del Salado Marina --más próxima a las costas bonaerenses-- fue perforada tres veces en 1969 por parte de Union Oil y Sun Oil y una en 1994 por Amoco, sin resultados positivos. En 1996, Shell perforó el pozo Pejerrey a 180 kms de Mar del Plata. Tampoco obtuvo resultados", agrega. Sabbatella admite que "esta novedad se aprobó a fin de año con información opaca, lo cual profundiza temores".
"Obsolescencia 2030"
"En primer lugar, hubo claras debilidades institucionales a la hora de poner a disposición la información sobre el tema en la previa de la audiencia pública. Pero además, este impulso a los combustibles fósiles tiene un plazo para comenzar la producción de unos diez años, entre la exploración actual y la posibilidad de explotación futura. De modo que ya estamos en 2030, en un contexto global cada vez más intenso de transición energética y a contramano de los propios compromisos que asumió el país en esta materia. Hay un riesgo muy alto de que se trate de activos varados --infraestructura que no llega a ser amortizada por obsolescencia--", considera María Marta Di Paola, directora de investigación en la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
"Sería más lógico que el dinero para promocionar el offshore, que se encuadra en el Plan Gas, sea dirigido a sostener la transición energética, en lugar de apoyar una actividad riesgosa, que profundiza la actual matriz fósil", agregó Di Paola.
"Sin incidentes"
"Argentina busca hidrocarburos en su mar desde hace más de 90 años. Desde entonces, se han perforado 187 pozos en el lecho marino y se han producido algunos hallazgos de interés, sin incidentes ambientales significativos. En las costas bonaerenses, por caso, se han registrado desde 1960 unos 50.000 km de --exploración-- sísmica y se perforaron 18 pozos. ¿Ocurrió algún desastre ecológico? La respuesta es un rotundo NO", publicó en Twitter el Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG).
El IAPG agregó que "los hidrocarburos representan la mitad del consumo mundial de energía y no es cierto que en el corto plazo puedan ser reemplazados con energías renovables. Cientos de plataformas en todos los mares generan el 30 por ciento del petróleo a nivel mundial". El mensaje del IAPG fue apoyado por YPF, cuyo presidente, Pablo González, planteó que "la Argentina tiene un potencial enorme en su cuenca offshore, con recursos que podrían equiparar a Vaca Muerta. Su desarrollo podría generar un cambio profundo en el país. Los países que apostaron al desarrollo del offshore lograron un impacto muy positivo".
"Otra dimensión"
En base al estudio de los derrames ocurridos a lo largo de décadas de explotación offshore en Estados Unidos y Brasil, un reciente trabajo de la Universidad del Centro de la PBA indica que hay un 75 por ciento de probabilidad de que se produzcan al menos 5 derrames mayores a los 1000 barriles de petróleo en un escenario de alta producción en la Cuenca Argentina.
"Hay un cambio cualitativo porque se apunta a otro nivel de producción offshore. Hay numerosos ejemplos de derrames en otras partes del mundo, con impacto en los corredores biológicos y hasta casos de playas empetroladas", indica Rafael Colombo, miembro de la Asociación de Abogados Ambientalistas.