La fundadora de la empresa de biotecnología Theranos, Elizabeth Holmes, fue condenada por cuatro cargos de fraude por un tribunal de California, Estados Unidos, que dio por probado que engañó a los inversionistas para colocar dinero en su "startup", la cual prometía revolucionar los exámenes de sangre con herramientas más rápidas y económicas que las utilizadas por los laboratorios tradicionales.
Holmes logró engañar con su promesa de negocios a figuras como Robert Murdoch, presidente de la cadena de medios News Corp, y Henry Kissinger, el oscuro exsecretario de Estado norteamericano. La condena deja en evidencia el modelo de negocios del Silicon Valley, a partir de cultura de los "emprendedores", las "startup" y las inversiones atadas a las expectivas financieras.
Como parte de su estrategia de engaño, Holmes colocó los logotipos de gigantes farmacéuticos como Pfizer y Schering-Plough en los informes de Theranos que elogiaban la tecnología de su empresa para analizar exámenes de sangre, y que eran después enviados a los inversionistas. La simulación de la supuesta nueva teconología, que comenzó a promocionar a sus 19 años, la hizo multimillonaria.
Esto lo hizo sin la autorización de esas compañías, lo cual fue una pieza clave en los argumentos de la Fiscalía que sostenían que ella deliberadamente intentó aumentar la credibilidad de Theranos para ganar respaldo financiero.
La condena contra Holmes
El jurado de 12 personas del tribunal federal de San José, que escuchó durante semanas argumentos de la defensa y la Fiscalía, eximió a la ejecutiva de otros cuatro cargos y no consiguió llegar a un acuerdo en relación a tres de las imputaciones que enfrentaba. Por lo que Holmes mantendrá libertad bajo fianza, tras las ganancias millonarias que obtuvo a partir del engaño.
"Los veredictos de culpabilidad reflejan la responsabilidad de Holmes en este fraude de inversionistas a gran escala y ahora debe enfrentar la sentencia por sus crímenes", dijo la fiscal Stephanie Hinds en un comunicado leído a las afueras del juzgado por un representante, a pesar de que la empresaria continuará en libertad.
La semana próxima habrá otra audiencia para fijar las condiciones de su fianza. No fue definida la fecha de la audiencia en la cual será fijada su sentencia. En caso de confirmarse la sentencia, la mujer de 37 años podría pasar varias décadas en la cárcel.
La previa del veredicto fue un show en la puerta de los tribunales de San José entre decenas de cámaras y reporteros gráficos, y hasta personas que se acercaron a respaldar a la expromesa del Silicon Valley que fundó Theranos a los 19 años.
La joven estrella de Silicon Valley
En sus inicios, Holmes afirmaba que la empresa revolucionaría la industria de los exámenes de diagnóstico con máquinas que podrían emitir rápidos resultados con apenas unas gotas de sangre, un proyecto que atrajo a inversionistas muy importantes y la hizo multimillonaria a los 30 años.
Holmes llegó a ser considerada la próxima figura del mundo de la tecnología y recaudó millones de dólares de inversionistas que apostaron en su empresa. Sin embargo, su imperio se derrumbó cuando el diario The Wall Street Journal publicó un informe que sostuvo que sus máquinas no cumplían con la funcionalidad prometida y que la ejecutiva podría haber engañado a inversionistas y pacientes.
Theranos atrajo a importantes figuras como el magnate de los medios Rupert Murdoch, quien llegó a invertir 100 millones de dólares en la firma, el exsecretario de estado Henry Kissinger y el exsecretario de Defensa James Mattis.
En tanto, en el juicio Holmes argumentó que ella creyó en Theranos y trabajó intensamente en el proyecto pero falló. Holmes también responsabilizó a su exsocio y exnovio Ramesh "Sunny" Balwani, un empresario casi veinte años mayor que ella quien era su mano derecha en Theranos. La estadounidense le aseguró al jurado que Balwani la maltrató y la obligó a tener relaciones sexuales, acusaciones que él refutó. Balwani enfrentará otro juicio por su papel en Theranos, cuyos cargos rechaza.
El caso ha causado repercusión en Estados Unidos, por colocar en el banquillo a una figura del mundo de la tecnología y por colocar en la mira la ambiciosa cultura de los "emprendedores".