En la madrugada del martes por las torrenciales lluvias que se produjeron se cayó parte del techo de la guardia del Hospital de Rosario de Lerma, aunque afortunadamente según confirmó la gerenta de ese establecimiento, María Rivero, no hubo que lamentar heridos por la situación.

Ante los hechos, se tomó la decisión de clausurar la guardia por seguridad del Hospital y los pacientes. Indicó que el personal cuando vio las filtraciones de agua a raíz de la lluvia, decidió suspender la atención que en ese momento era de una sola paciente que estaba en observación. Momentos después cedió parte de la estructura.

Yo asumí en mayo y se había gestionado la necesidad de arreglar el techo y el cableado”, contó la profesional al sostener que uno de los problemas en la demora son los tiempos administrativos.

Ante ello ya se acercaron funcionarios de los ministerios de Infraestructura y de Salud, a fin de encontrar una solución ante la contingencia acontecida. Según indicó, desde el gobierno provincial se garantizó la “pronta reparación vía emergencia”.

De esta manera se busca concretar los trabajos de manera urgente, acortando los plazos que lleva el proceso burocrático y administrativo.

Hasta tanto, informaron desde el hospital, realizaron una reestructuración para no comprometer la atención en Guardia.

Reuniones anti inundaciones en capital

Ayer en el Centro Cívico Municipal (CCM) de la ciudad de Salta, se reunió el Comité de Emergencia, conformado por organismos municipales y provinciales.

Según informaron desde la comuna, el objetivo de la reunión fue articular un trabajo conjunto entre las áreas del gobierno municipal y provincial, para coordinar y sincronizar soluciones efectivas ante posibles casos de emergencia por la situación climática actual.

“Desde las áreas de Protección Ciudadana y Desarrollo Humano podemos afirmar que, hasta la fecha, el balance es positivo. Pudimos prestar ayuda rápidamente y asistir a las familias más afectadas, por lo que no hubo necesidad de evacuar a las personas de sus viviendas”, afirmó José Luis Colodro, subsecretario de Gestión Integral de Riesgo.

Por parte del municipio, las áreas que participaron fueron: Secretaría de Servicios Públicos y Ambiente, equipo Territorial de Situaciones Críticas, Subsecretaría de Acción y Gestión Municipal, Coordinación Territorial, Secretaría de Desarrollo Humano y Subsecretaría de Gestión Integral de Riesgo.

En tanto, desde el gobierno provincial estuvieron presentes: Defensa Civil, Asistencia Crítica y el equipo de Protocolo de Emergencia. Además, formaron parte del encuentro el SAMEC y Bomberos Voluntarios.

Entre las primeras acciones que tomó el municipio capitalino después de la tormenta, junto a la empresa Agrotécnica Fueguina, fue proceder al despeje de los imbornales del microcentro debido a la presencia de bolsas de residuos, hojas y ramas.

En tanto, otra cuadrilla llevó a cabo el retiro de ramas caídas en las inmediaciones de plaza 9 de Julio y se procedió al retiro de sedimento acumulado sobre la calzada, que generó obstrucciones e inconvenientes en el tránsito. 

La ruta 68 preocupa

En lo que va de la temporada estival, que recién comienza, la ruta nacional 68 tiene un efectividad total en inundaciones, ya que en las dos lluvias fuertes que cayeron hasta ahora en el Valle de Lerma, indefectiblemente se volvió intransitable por la cantidad de agua acumulada.

Esta situación que se repite todos los años, nuevamente generó el reclamo de los habitantes que viven en la zona, debido a que corren el riesgo de quedar varados.

Las zonas más complejas son el tramo entre Cerrillos y La Merced, y luego el tramo cercano a la curva de Sumalao. Además ambos pueblos sufren las consecuencias, ya que fuertes correntadas atraviesan sus calles, impidiendo cualquier tipo de circulación.

Este año se había anunciado un compromiso de incluir la nueva traza planificada en el presupuesto nacional, pero al no prosperar este en el Congreso, nuevamente quedó el financiamiento en el Limbo. 

Igualmente se trata de una obra muy compleja de realizar, porque además de extender el tramo de cuatro manos que hoy se corta al finalizar la circunvalación oeste, hasta por lo menos El Carril, también deberán hacerse expropiaciones en las fincas por donde se prevé pasará la nueva traza.

Por lo pronto las cuadrillas de mantenimiento se limitan a emprolijar el camino luego de cada tormenta en la que habitualmente se desaparece parte de la banquina o quedan sedimentos esparcidos sobre la ruta.