Mientras que los centros de testeo en Mar del Plata están colapsados, miles de jóvenes se reúnen en el denominado after beach para disfrutar del atardecer en los boliches ubicados en Playa Grande.
A pesar de estar al aire libre, la falta de distanciamiento y de barbijos complica la situación por el Covid-19, en especial debido a la circulación comunitaria de la variante Ómicron, que llevó a registrarse récord de casos en La Feliz con 1128 nuevos contagios en las últimas 24 horas.
Este panorama no ha frenado las fiestas en la playa donde no hay aforos ni restricciones, por lo que la actividad recreativa está permitida.