El femicida Fernando Farré, quien se encuentra cumpliendo en una cárcel de Bahía Blanca la pena de prisión perpetua por el crimen de su mujer Claudia Schaefer en 2015 en un country de Pilar, será trasladado a otro penal con un régimen cerrado de alojamiento, tras una serie de denuncias que presentó el condenado de agresiones, extorsión y abuso por parte de otros presos.
El femicida se encuentra actualmente alojado en una celda de aislamiento de la Unidad 4 de Bahía Blanca y, si bien se plantearon distintas variables para el traslado a unidades penitenciarias de San Martín, todo indica que finalmente será derivado a Unidad 41 de Campana, bajo un régimen de alojamiento cerrado idéntico al que tiene hasta hoy.
Farré expresó al juez Lago ayer en una audiencia virtual, que en la actualidad se encuentra alojado "en el sector de buzones, aislado desde hace 48 horas", debido a que el pasado lunes fue atacado a golpes por dos internos, a quienes identificó con nombre y apellido.
Además, explicó que sufrió episodios de abuso sexual y extorsiones por parte de otros presos que lo obligaron a aportar "cien mil pesos" a través de una transferencia bancaria realizada por un familiar suyo, "a los fines de comprar ocho lechones, dos corderos, pollo y fruta" para la cena que se realizó a fin de año último.
Tal como ocurrió en otras ocasiones, Farré "manifestó que se encuentran agravadas sus condiciones de detención por las cuestiones de salud que refirió padecer: arritmia, úlcera sangrante, hernia de esófago, taquicardia, hipertensión arterial, elevado colesterol, siendo que a nivel psiquiátrico manifestó padecer depresión crónica profunda y trastornos del sueño" y dijo que "no le suministran diversos medicamentos, entre ellos antidepresivos".
Si bien el imputado esperaba lograr algún tipo de beneficio en sus condiciones de alojamiento, el juez Lago ordenó su traslado a otra cárcel bajo el mismo régimen actual.
El magistrado pidió además al Servicio Penitenciario que "realice un amplio reconocimiento médico" de Farré "tendiente a determinar su estado de salud actual, como así también presente lesiones, y que en su caso, se añada data, mecanismo de producción, carácter de las mismas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento a seguir".
Por otra parte, en las últimas horas el femicida protagonizó con su abogado defensor Jorge Césaro una serie de denuncias cruzadas que llevaron al letrado a dejar de ejercer la defensa
Cesaro afirmó sobre el femicida: "evidencia una gravísima disminución de sus facultades mentales, hecho que se exterioriza en conductas compulsivas y un discurso delirante, síntomas característicos de la psicosis, que son producto de la alienación mental que padece".
Y el femicida denunció a su abogado "por amenazas, calumnias e injurias e incumplimiento de sus funciones".
El femicidio de Schaefer (44) fue cometido el 21 de agosto de 2015, cuando la mujer fue junto a su abogado a la casa de fin de semana que el matrimonio alquilaba en el country Martindale de Pilar para retirar sus pertenencias.
El encuentro se realizó en el marco de un conflictivo divorcio que incluía una denuncia de la víctima en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y una exclusión de hogar del imputado del domicilio que compartían en el barrio porteño de Recoleta.
Cuando Schaefer fue al vestidor de la casa a retirar su ropa, Farré entró detrás de ella, cerró la puerta con llave y la atacó con dos cuchillos que previamente sacó de la cocina.
Según la autopsia, Farré le ocasionó con golpes y cuchillos un total de 74 lesiones, de las cuales 66 fueron heridas de arma blanca, y la causa de la muerte fue un degüello.