El obispado católico de Mar del Plata, cuyo titular es el obispo Gabriel Antonio Mestre, emitió un comunicado en el que expresa su “preocupación por la exploración y explotación de hidrocarburos” frente a las costas de la ciudad balnearia bonaerense, a raíz de la reciente decisión del Poder Ejecutivo nacional que, mediante decreto 900/2021, habilitó la exploración off shore a cargo de la empresa Equinor en sociedad con YPF y Shell en la Cuenca Argentina Norte, en dos zonas ubicadas entre 300 y 450 kilómetros frente a la ciudad marplatense. La autoridad eclesiástica pide alcanzar “consensos entre los diferentes sectores sociales” antes de seguir avanzando con la iniciativa.
La determinación ha generado rechazos por parte de grupos ambientalistas e incluso el pronunciamiento en contra del intendente macrista Guillemo Montenegro, a pesar de que la primera autorización de las exploraciones fue otorgada bajo la presidencia de Mauricio Macri y data de mayo de 2019.
“Entendemos la necesidad imperiosa de aprovechar los recursos naturales, en un ámbito tan importante como es la energía, y la necesidad de atraer inversiones que favorezcan el desarrollo económico del país” dice ahora el obispado marplatense en su comunicado, advirtiendo que “sin embargo, no podemos dejar de manifestar nuestra inquietud ante un tema tan sensible para el impacto en el medio ambiente y para el desarrollo integral”.
En el texto, titulado “Responsables en el cuidado de la casa común” utilizando una terminología muy propia del papa Francisco, se pregunta si se ha evaluado suficientemente el impacto ambiental que comporta la decisión, señalando “los riesgos de derrame de petróleo, las consecuencias negativas del fracking (componente químicos, grandes cantidades de agua potable); el impacto ambiental de otras formas de exploración y explotación” agregando a ello el riesgo de la supervivencia de especies marinas “y las consecuencias que puedan tener para la industria de la pesca y el turismo”.
Para la Iglesia Católica de Mar del Plata “la responsabilidad por el cuidado de la Casa Común urge implementar políticas públicas en materia energética, ya sea en la etapa de exploración como de explotación que tengan en cuenta un auténtico desarrollo integral”.
Teniendo en cuenta ese criterio, dice el obispado, “un proyecto de estas características que producirá, sin lugar a dudas, un impacto ambiental debe ‘insertarse desde el principio y elaborarse de un modo interdisciplinario transparente e independiente de toda presión económica o política’ (LS 183)”.
Por eso, sostiene la iglesia marplatense, “en estos temas es de suma importancia alcanzar consensos de los diversos sectores sociales, dando un lugar privilegiado a los habitantes locales que serán los beneficiados o perjudicados de manera directa”. Retomando palabras de Francisco el obispado pide “un debate honesto y trasparente para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común”. Y subraya “como una característica de nuestro tiempo, sobre todo en los jóvenes, una mayor sensibilidad ecológica que nos urge a asumir responsablemente criterios y acciones que garanticen el bienestar integral para las futuras generaciones”.