El director Elia Suleiman viaja a diferentes ciudades del mundo en busca de similitudes con su tierra natal, Palestina, aunque también puede decirse que Suleiman huye de Palestina buscando un nuevo hogar, tan solo para darse cuenta de que Palestina parece estar siguiéndolo, sin importar el sitio al que vaya. La promesa de una nueva vida pronto se convierte en una comedia llena de errores en De repente, el paraíso, película en la que no importa lo lejos que viaje el cineasta, sea París, Nueva York o Doha, siempre hay algo que le recuerda a su hogar: los controles en la frontera, la policía, el racismo. (Disponible en la plataforma QubitTV)
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.