Un estudio de la Fundación Apertura revela el crecimiento exponencial del gasto en el sistema de recolección de residuos, subsidios al transporte y la seguridad en la ciudad. "Estos gastos, más la inversión en salud, estrechan cada vez más las posibilidades de ejecutar obras públicas, que es el único rubro al que se le puede echar mano en momentos de estrechez presupuestaria, a pesar de que la ciudad no tenga un endeudamiento que pueda considerarse complicado", sostiene el informe.
Algunos ítems que sirven para entender la estructura del gasto público municipal.
Salud pública: Rosario es la única ciudad de la provincia que atiende con fondos propios la salud pública. De cada 100 pesos que se gastan, entre $25 y $30 se destinan a salud. El 40% de los agentes públicos trabajan en esa área. Desde 2009, la provincia comenzó a revertir esta tendencia devolviendo parte del gasto en salud.
Transporte público: En estos últimos 15 años creció la necesidad de subsidiarlo y consume actualmente casi el 5% del presupuesto.
Recolección de residuos: Desde que los choferes y barrenderos cambiaron del convenio de "Recolectores" por el de "Camioneros", que acuerda salarios mucho mayores, el costo del sistema pasó del 5% al 11% del gasto anual.
Seguridad: La seguridad se atiende con fondos federales y provinciales. En la década del 90, la ciudad no afectaba fondos a esta partida. Pero la urgencia de la seguridad hizo que en este momento destine el 3% del gasto.
Sistema de remuneración estatal: En Rosario, las remuneraciones se llevan el 50% del presupuesto. "Este enorme esfuerzo de recursos no repercute en la calidad de las prestaciones que reciben los ciudadanos, porque el sistema salarial falsamente igualitario, paga lo mismo al empleado que trabaja con compromiso o al que falta o no trabaja. Esto deteriora la motivación de los agentes y hace que los ciudadanos perciban que el estado no resuelve las demandas", remarca el estudio.
Rosario presenta un déficit fiscal desde hace varios años; pero si se compara con la información disponible de otras ciudades, "no está en situación crítica".
Rosario sub‑ejecuta las partidas de obras públicas. "Es la única parte del presupuesto que se puede dejar de gastar, en caso de que otras imputaciones necesitasen más fondos o que disminuyan los recursos presupuestados". Los sueldos de los agentes públicos generan las mayores reasignaciones presupuestarias.