El Gobierno británico envió este viernes al menos 200 médicos de las Fuerzas Armadas a los hospitales de Londres a causa de la crisis de personal sanitario que afecta a los servicios de salud pública de Inglaterra como consecuencia del avance de la variante Ómicron que generó otra estampida de contagios.

Los médicos militares ayudarán al personal del Sistema de Salud Público (NHS) con la atención al paciente, mientras que el personal de servicio general ayudará en tareas como el mantenimiento de las instalaciones, el registro de los enfermos a su llegada y la realización de controles básicos. El Gobierno informó en un comunicado que el personal de servicio comenzó a desplegarse esta semana y se espera que esté trabajando durante tres semanas.

Cuarenta equipos

Cuarenta equipos, cada uno compuesto por un médico y cuatro miembros del personal de tareas generales, se distribuirán de manera flexible para garantizar que el apoyo se dirija a las áreas donde la necesidad es mayor. Un total de 178.250 personas dieron positivo en Reino Unido, en tanto la ola de infecciones superó los 1,2 millones de casos desde el 1 de enero, con un incremento del 19,8 por ciento respecto a la semana anterior.

Las hospitalizaciones continúan en alza en distintas regiones del país, con un total de 18.454 pacientes, de acuerdo con las cifras más recientes divulgadas por el Ministerio de Salud. Los datos compilados indican además que mientras 2.434 personas ingresaron en hospitales británicos el 3 de enero, en total en los últimos siete días se admitieron 15.812 enfermos, lo que representa un aumento del 57,7 por ciento en relación a la semana anterior, consignó la agencia de noticias Sputnik.

Ambulancias

El ministro de Defensa, Ben Wallace, dijo que los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas británicas una vez más están dando un paso al frente para apoyar a sus colegas en el NHS, mientras trabajan mano a mano para proteger a la nación del avance del flagelo. También informó que están proporcionando 32 militares para reforzar el Servicio de Ambulancias del Centro Sur (SCAS).

El ministro de Salud y Atención Social, Sajid Javid, aseguró que las Fuerzas Armadas estuvieron apoyando al país durante la pandemia, reforzando a los equipos en los sitios de testeos, centros de vacunación y hospitales. Según el Gobierno, este respaldo se brinda a través del proceso de Ayuda Militar a las Autoridades Civiles (MACA) y se suma a más de 1.000 efectivos de las Fuerzas Armadas que ya están desplegados en todo el Reino Unido para apoyar la respuesta a la pandemia.

Refuerzo de vacunas

El personal militar está ayudando a los centros de ambulancias en las naciones descentralizadas de Escocia y Gales y otros 1.000 hombres y mujeres brindan servicio para apoyar el programa de refuerzo de vacunas, incluidos 730 en Inglaterra, 221 en Escocia y 98 en Gales. "El primer ministro (Boris Johnson) ya no puede rechazar las preguntas sobre la capacidad del personal del NHS para brindar una atención segura. Una vez que se ha traído a los militares, ¿adónde se dirige ahora el Gobierno en un intento por aguantar la ola en lugar de lidiar con ella?", planteó Patricia Marquis, enfermera directora de RCN para Inglaterra.

Hasta el jueves, 24 centros hospitalarios en Inglaterra declararon incidentes críticos, lo que indica que existe el temor de que los servicios prioritarios no se puedan brindar de manera segura. También los parlamentarios del Comité de Salud y Asistencia Social de todos los partidos advirtieron que 5,8 millones de personas ahora están en lista de espera para recibir tratamientos planificados en todo el país.

Ausencias

Más de 80.000 empleados del Servicio Nacional de Salud británico, estuvieron ausentes cada día en promedio, frente a los 71.000 de la semana pasada, un aumento del 13 por ciento, según cifras oficiales. En promedio 36.000 de esas ausencias estaban relacionadas con el coronavirus, frente a las 25.000 de la semana anterior.

"Nuestro NHS se pone en pie de guerra", aseguró el primer ministro Boris Johnson en una rueda de prensa televisada. Pero Johnson descartó proponer más restricciones en la reunión del miércoles de su consejo de ministros, más allá de las actuales recomendación de teletrabajo, la obligatoriedad de usar mascarillas en interiores y la exigencia de pases sanitarios para eventos multitudinarios, vigentes desde mediados de diciembre y que prevé prolongar en enero. Bajo fuerte presión de buena parte de su Partido Conservador para eludir nuevas medidas, subrayó: "tenemos una oportunidad de sobrevivir a esta ola de ómicron sin volver a cerrar nuestro país" y "podemos encontrar una manera de vivir con este virus".

Escasez

La escasez de efectivos afecta también al servicio de ferrocarriles que el martes, primer día de plena actividad tras un lunes feriado, se vio obligado a cancelar numerosos trenes imponiendo largas esperas a quienes volvían al trabajo. "Se ha demostrado durante las navidades que mucha gente se ha contagiado, la variante ómicron es muy transmisible, pero es una buena noticia que no parezaca provocar enfermedades graves como algunas de las otras variantes", afirmó la secretaria de Salud Pública, Maggie Throup, al canal Sky News. 

Para aliviar lo que Johnson calificó el lunes de "presión considerable" sobre los hospitales, se ha pedido que esta regla se flexibilice más para el personal sanitario, pero el gobierno duda de su pertinencia.