El legendario Boris Becker no tiene dudas: el título que consiguió Alexander Zverev ante su ex pupilo Novak Djokovic en Roma es apenas el primero de muchos grandes torneos que ganará. Y todo el mundo del tenis espera lo mismo tras asistir el domingo pasado a la irrupción de una nueva estrella de la raqueta.
A sus 20 años, Zverev conquistó el primer Masters 1000 de su carrera al superar con un sorprendente 6-4 y 6-3 a Djokovic en la final. El alemán, que debutaba en una final de uno de los nueve torneos que siguen en importancia a los Grand Slams, se metió así en el top ten por primera vez. A una semana de Roland Garros, el ranking lo muestra en la décima posición, tras subir siete puestos de un golpe. El último alemán que había ocupado el selecto grupo de los diez mejores había sido Tommy Haas, en octubre de 2007.
“Vendrán muchos más títulos”, vaticinó su compatriota Becker,entrenador hasta el año pasado de Nole. El alemán, ahora, no descarta pasar a formar parte del equipo de la figura naciente del tenis. Y muchos en Alemania ven ciertas similitudes entre ambos. Zverev es pasional e impulsivo como Becker y suele expresar sus emociones en la cancha. “El día que no lo siga haciendo dejaré el tenis”, dijo el gigante de 1,98 metros sobre su carácter.
Fuera de la cancha es algo más tímido, tal como se vio al posar sonrojado para los fotos junto a su padres Irena y Alexander luego de su victoria. “Fue uno de los mejores partidos de mi vida, tal vez el mejor”, analizó Zverev después de vencer al serbio.
Considerado desde hace un tiempo uno de los jugadores con más proyección del circuito, Zverev dio el domingo el salto que lo metió definitivamente en la elite. Ello, sin embargo, conlleva también más responsabilidades y expectativas, como las que deberá cargar dentro de unos días en París. Su triunfo en el polvo de ladrillo romano lo coloca como uno los hombres a seguir con atención en Roland Garros, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia de Roger Federer, las dudas de Andy Murray y los altibajos de Djokovic. En estos momentos, sólo Rafael Nadal parece estar un escalón por encima suyo en arcilla.
Junto al austríaco Dominic Thiem, que lo eliminó el año pasado en la tercera ronda del Abierto de Francia, Zverev está llamado a liderar la nueva generación. No en vano, Thiem es tercero y el alemán cuarto en la carrera a Londres, que mide las actuaciones en el año calendario, solo por detrás de Nadal y Federer.
El crecimiento de Zverev, sin embargo, aún debe ratificarse en los Grand Slams, donde nunca pudo superar la tercera ronda. “Ese sería el próximo paso, llegar a la segunda semana en los torneos grandes”,dijo Becker. Si mantiene el nivel del Foro Itálico, sólo será una cuestión de tiempo.