La explosión de contagios covid en Rosario se hace sentir en la economía local. Con más de 2800 diagnósticos positivos por día, más de 15 mil personas infectadas y una velocidad de reproducción que duplica al estándar deseable, es inevitable que la fuerza laboral se vea diezmada, tanto en la industria, el comercio como en los servicios. La mitad de las fábricas acusa problemas ante el elevado ausentismo de trabajadores, confinados a un aislamiento forzoso por contagio o por contacto estrecho con casos de coronavirus. En el comercio la merma de empleados oscila en el 15 por ciento, y en el rubro servicios el panorama es dispar, según la dimensión de cada rubro. Todos valoran que, al menos, el período de aislamiento se redujo en relación a picos anteriores, 5 días para quienes tienen esquema completo de vacunas.
Del vasto sector de servicios, el esencial en estos casos es el de la salud, y allí el avance de los contagios está haciendo mella. Consultado al respecto, el titular de la Asociación de Clínicas y Sanatorios, Rodrigo Sánchez Almeyra, enfatizó: "Es el corazón del problema en estos días, el altísimo grado de ausentismo por aislamiento del personal".
Este sector aporta a toda la capacidad de atención hospitalaria de Rosario y la región un total de 1400 camas generales y 450 camas críticas. En el momento más crítico de la pandemia fue vital para complementar a los hospitales del sistema público. Pero ahora, pese a que la mortalidad es mínima y la internación por covid también ha disminuido por efecto de la vacunación generalizada, el problema se trasladó a la disponibilidad de recursos humanos.
"Tan escasos de personal estamos que en algunos efectores hubo que cerrar algunas áreas. En mi sanatorio no tuvimos que hacerlo, pero estamos al límite de cerrar camas debido a la cantidad de personal que se ha tenido que aislar por contacto estrecho", indicó Sánchez Almeyra.
La situación ha sido tema de consulta con la ministra de Salud, Sonia Martorano. El titular de la asociación privada se abstuvo de precisar una cifra de ausentismo en los sanatorios, solo dijo que es muy alta. En cambio, reparó en un detalle insoslayable: "Es personal de alta calificación, no se puede inventar ni reemplazar fácilmente, sencillamente porque no lo hay. No puedo inventar una instrumentadora, una enfermera de terapia intensiva, mucho menos un médico de guardia", señaló a Rosario/12.
Sánchez Almeyra sopesó que esta etapa de la pandemia encuentra al sistema con menos demanda de internación por covid, y mucho menos en áreas críticas. Pero al mismo tiempo, la capacidad de ocupación de camas es alta por otras causas. "En este momento los sanatorios están llenos de patologías no covid, y que necesitan la atención adecuada. Nos falta personal para cubrir esa demanda que no tiene que ver con pacientes covid", dijo. Y en la misma línea, agregó: "Pero a diferencia de olas anteriores, esta vez la contagiosidad es tan grande que la gente ya con pocos síntomas tiene que aislarse. Antes teníamos menos contagios y más muertes e internación, y hoy es al revés. Mientras tanto, así es como perdemos disponibilidad de recursos humanos. No tanto por positividad, sino por contacto estrecho. Casi la totalidad del personal de salud está vacunado con tres dosis. Por suerte, tenemos muy pocos antivacunas en el sector", dijo.
En todos los casos, personal médico, de enfermería y demás quedan fuera de servicio por los cinco días obligatorios de confinamiento. Por estos días evalúan la posibilidad de que en caso de alta necesidad, se pueda disponer de no aislar a pacientes vacunados. "Pero eso es difícil de implementar porque la gente tiene bastante temor", reveló.
En este marco, el representante de las clínicas y sanatorios remarcó que "las autoridades tienen que saber que nos está sucediendo esto, porque si cerramos camas pareciera que lo hacemos espontáneamente y no, es por este problema puntual que tiene a nuestro servicio en crisis".
Pasó Navidad y Año Nuevo
Los comerciantes valoran por lo menos que la escalada de contagios empieza a afectarlos ahora que ya pasó el momento de mayor actividad, con las ventas de Navidad y Año Nuevo. "De esta manera, ahora la situación es más sostenible, pero sí es cierto que las empresas registran un promedio de 15 por ciento de ausentismo forzoso por aislamiento sanitario", señaló a este diario Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, que nuclea a 85 cámaras de comercio, industria y servicios, y 27 centros comerciales a cielo abierto.
El cuello de botella –apuntó el dirigente– lo tienen los establecimientos pequeños, con pocos empleados. El virus no distingue y avanza. En el caso de un comercio con cinco empleados, si deben confinarse los cinco, el titular no tendrá cómo sustituirlos. Los comercios con planteles más numerosos sí tienen alguna forma de rotar o superar estas dificultades. "En general –dijo Diab– el comercio todavía no está colapsado".
Fábricas complicadas
El fenómeno golpea a la industria. El titular de AER confirmó que en el plano industrial, el 50% de las fábricas enfrenta inconvenientes para su ciclo productivo, y que el promedio de ausentismo entre los obreros es superior al que tiene el comercio. Las salva el receso económico que significa el mes de enero. "Por ahora vamos zafando, esperamos que este pico de contagios disminuya y en febrero o marzo nos encuentre en otras condiciones", apeló Diab.
Hay una variable, no obstante, que escapa al control local: "Si la situación en Buenos Aires se agrava, nos va a complicar porque dependemos de sus mercaderías, su transporte, su logística. Lo mismo ocurre con Rosario y su rol de proveedor de las localidades del interior", advirtió.
En la Unión Industrial Regional Rosario tienen que la mitad de las fábricas de la región acusan trastornos de producción por ausentismo de trabajadores, confinados en aislamiento. Mariano Ferrazini, su presidente, expresó la preocupación del sector. "Es fundamental que los contagios sociales no se repliquen dentro de las plantas para poder seguir operando, aun con menos personal por la afectación".
El industrial tampoco quiso fijar un porcentaje de operarios bajo aislamiento domiciliario, solo afirmó que el fenómeno impacta. Se habla de un 20% de ausentismo por esta razón. La ventaja es que, al menos por ahora, el virus es menos agresivo y el trabajador regresa antes a su puesto.
La salvedad, aclaró Ferrazini, es que hay muchas empresas que por estas semanas cierran sus plantas o hacen paradas de producción y licencian a todo el personal. Eso contribuye a esquivar este pico de la pandemia.