Los disturbios en Kazajistán causaron 164 muertes y unos dos mil heridos, en tanto las autoridades anunciaron la detención de casi seis mil personas vinculadas a estas violentas revueltas que han sacudido durante toda la semana al país más grande de Asia Central. Las cifras no pudieron ser confirmadas por una fuente independiente, pero 103 de las muertes se habrían registrado en Almaty, capital económica, según informaron varios medios citando al ministerio de Salud. Las autoridades kazajas intentaban el domingo sofocar los últimos focos de protesta, mientras el contingente militar ruso empezó a cumplir sus funciones de pacificación.
El domingo por la tarde, el comunicado oficial que indicaba el número de víctimas desapareció del canal de Telegram del gobierno y el ministerio de Salud indicó a los medios kazajos y rusos que la información había sido publicada por error. Sin embargo, no se produjo ninguna desmentida de la información ni se aportaron nuevas cifras. Hasta el momento se hablaba de 26 civiles, 16 policías y dos soldados muertos, a lo que hay que sumar las 83 personas que se encuentran en estado grave en el hospital.
En total, unas 5.800 personas fueron detenidas, "entre las cuales hay muchos extranjeros", señaló en un comunicado la presidencia kazaja sin brindar más detalles. "A día de hoy en todas las regiones la situación se ha estabilizado. Las fuerzas del orden han liberado todos los edificios administrativos", dijo Erlan Turgumbaev, ministro del Interior, en un mensaje televisado tras una reunión de crisis convocada por el presidente, Kassym Jomart Tokayev.
Kazajistán, un país con 19 millones de habitantes y rico en hidrocarburos, se vio sacudido por disturbios sin precedentes desde su independencia, en los que murieron decenas de personas. La protesta empezó el domingo pasado en algunas provincias a causa del aumento de los precios del gas, para extenderse a las grandes ciudades, incluida Almaty, donde estallaron disturbios y la policía disparó balas reales contra los manifestantes.
De acuerdo al ministerio del Interior kazajo, citado este domingo por la prensa local, los daños materiales fueron estimados en unos 175 millones de euros (199 millones de dólares). Más de 100 empresas y bancos fueron saqueados y unos 400 vehículos destruidos, según la fuente oficial.
Almaty retornó a una calma relativa en los últimos días, y allí agentes de policía disparan tiros al aire para evitar que sus habitantes se aproximen a la plaza central de la ciudad. Señal de una tímida vuelta a la normalidad, unos 30 supermercados reabrieron este domingo, según los medios, planeando sobre la población la inquietud por una posible escasez.
"Alta traición"
El sábado fue detenido el exdirector de los servicios de inteligencia, Karim Massimov, primera figura importante arrestada, por sospechas de "alta traición". Además del aumento del costo de vida, la figura del expresidente Nazarbayev, quien gobernó con mano de hierro desde 1989 hasta 2019, se encuentra en el meollo de la bronca de los manifestantes.
Su vocero, Aidos Ukibai, negó nuevamente este domingo que hubiera abandonado el país, asegurando que apoya a Tokayev. A raíz de unos rumores sobre una lucha de poder, también dijo que Tokayev cedió voluntariamente a Nazarbayev el liderazgo del Consejo de Seguridad Nacional, luego del anuncio del segundo de que tomaría las riendas del país.
En un virulento discurso a la nación, Tokayev dijo el viernes que 20 mil "bandidos armados" habían atacado Almaty y autorizó a las fuerzas de seguridad a "disparar a matar", sin previo aviso. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, criticó el domingo la consigna y pidió al gobierno kazajo que abandone esa política.
"Es algo que rechazo absolutamente. La orden de disparar a matar, así como está planteada, está mal y debe ser rescindida", dijo el jefe de la diplomacia del presidente Joe Biden a la cadena ABC. Por su parte, en la tradicional plegaria dominical del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco llamó al "diálogo" en Kazajistán, rogando por "los muertos y sus familias".
La crisis kazaja ha provocado más tensiones entre Rusia y Estados Unidos, en un contexto de relaciones difíciles entre ambas potencias. Moscú destacó tropas en el país de Asia Central, parte de un contingente multinacional de la organización del tratado de seguridad colectiva (CSTO) regional, a pedido de Tokayev.
Estados Unidos considera que será "muy difícil" para Kazajistán lograr la salida del ejército ruso, crítica que Moscú calificó el sábado de "grosera". Aunque representantes estadounidenses y rusos se reunirán esta semana en Ginebra para conversar sobre Ucrania y Europa, Moscú descarta toda discusión con Washington sobre Kazajistán. "Este asunto no le concierne en absoluto", subrayó este domingo el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov.