En medio de perspectivas poco alentadoras, Estados Unidos y Rusia celebrarán desde este lunes conversaciones estratégicas que tienen a Ucrania como eje y que podrían determinar el futuro de sus relaciones bilaterales y las de Washington con el resto de sus aliados de la OTAN. La posibilidad de una invasión rusa de Ucrania encabezará la agenda de los diálogos de alto nivel de esta semana en Europa, aunque mezclada con otras disputas, desde armas nucleares a ciberdelito y cuestiones diplomáticas diversas, que ambas partes también deberán superar.
Funcionarios del gobierno de Joe Biden dijeron a periodistas que Estados Unidos está abierto a discutir la limitación de un posible despliegue de armas ofensivas en Ucrania en el futuro y de ejercicios militares de la OTAN en Europa del Este si Moscú está dispuesto a hacer concesiones sobre Ucrania. Sin embargo, también aclararon que Estados Unidos está preparado para imponer sanciones económicas a Rusia si interviene en Ucrania.
El vicecanciller ruso, Sergei Riabkov, quien encabezará la delegación de su país en Ginebra, se mostró "decepcionado" por las señales provenientes tanto de Estados Unidos como de la OTAN. "No aceptaremos que se nos imponga ninguna concesión. Está totalmente descartado", dijo Riabkov a medios locales.
Rusia quiere que las conversaciones den como resultado garantías vinculantes y por escrito de que la OTAN no se expandirá más hacia el Este y de que Estados Unidos retirará armamentos desplegados en partes de Europa. Estados Unidos y sus aliados de la OTAN y la Unión Europea (UE) dicen que esas demandas son inaceptables.