La goma brea es un sustituto local de la goma arábiga, que tiene múltiples usos en la industria medicinal, cosmética, y como aditivo para productos comestibles, gaseosas y hasta para los vinos. Recientemente unas 90 familias wichi de Morillo y alrededores, en el departamento Rivadavia, en el Chaco salteño, se dedican a su producción, que se obtiene del exudado del Palo Verde que crece en esas zonas áridas, logrando de esa manera no solo sustituir importaciones sino también generar nuevos ingresos en una de las regiones más pobres del país.
A la cantidad de usos que hoy en día se le da a esa savia cristalizada, hoy se le sumó una nueva cualidad que, debido a la pandemia de coronavirus, no deja de ser interesante. Diversos estudios en el mundo, incluyendo a la Organización Mundial de la Salud, están investigando, con buenos resultados, las bondades de ese y otros productos naturales y autóctonos en el sistema inmune humano y que no solo protegerían a las personas de contraer el virus, sino que servirían como paliativo a la hora de transitar la enfermedad.
El oncólogo salteño José Ovejero Solá, ya venía estudiando el uso de los polisacáridos (que producen algunos vegetales y que se encuentra en la goma arábiga o goma brea) como un producto que podría estimular las defensas naturales del cuerpo con el fin de combatir el cáncer, y comenzó a seguir cómo actuaba en personas que contrajeron Covid-19.
Algunos estudios sobre inmunoterapia de Ovejero Solá, alcanzaron trascendencia internacional al ser publicados en revistas científicas como The Journal of Cancerology. La inmunoterapia, a diferencia de la quimioterapia o la radioterapia, no pretende atacar a las células enfermas por métodos químicos o físicos, sino alterarlas de alguna forma para que las propias barreras inmunológicas del ser humano detecten la enfermedad y actúen sobre ella.
A la hora de conversar con Salta/12, si bien fue cauto al aclarar que es solo un estudio no conclusivo, 125 de sus pacientes en Salta, entre quienes se incluye, la consumen en forma de cápsulas diariamente como suplemento dietario que se consigue en algunas farmacias, y sostuvo que "los compuestos de origen natural son uno de los siete pilares actuales de estudio de fármacos contra el Sars-CoV 2".
“Actúan sobre la microbiota intestinal, produciendo un metabolito llamado Butirato, que estimula a nuestros glóbulos blancos a sintetizar Interleucina 10, una molecula antiinflamatoria capaz de moderar la tormenta de citocinas durante la neumonia por Covid”, explicó el médico. Quien añadió que “es probable que tenga también efectos antivirales”.
A su vez, indicó que cualquier médico puede recetar cápsulas de estas sustancias y un farmacéutico producirlas en un Laboratorio de Farmacia autorizado. “Los efectos adversos han sido mínimos, como alergias cutáneas leves y pasajeras”, detalló.
Entre otros beneficios, pudieron observar disminución de sobrepeso corporal. De todas las personas que siguen el tratamiento desde el inicio de la pandemia, 7 contrajeron Covid, 6 de ellas en grado leve, sin necesidad de oxigenoterapia ni internación. Y una persona, de más de 90 años falleció, aunque por falta de hisopado no se pudo establecer si fue por Covid o una neumonía bacteriana.
El oncólogo amplió la información al relatar que desde el principio de la pandemia más de 400 moléculas están siendo analizadas en el mundo como posible respuesta a la enfermedad, entre ellas tres locales, la goma brea, el extracto de Opuntia ficus índica, más conocida como la tuna. Y el extracto de Jacaranda mimosifolia, el tarco.
En el caso de la goma brea, la OMS ya viene realizando estudios desde el 2021 con pacientes de Sudán, uno de los principales productores de goma arábiga. “Ambas son arabinogalactanos, la Arabiga se importa de Senegal, vía Francia, la Brea se cosecha en nuestro país y en Salta”, expresó Ovejero Solá, quien además resaltó que ambas están autorizadas en el Código Alimentario Nacional. Y concluyó recordando que en el lenguaje Cuneiforme Sumerio, el primer lenguaje humano en escribirse, la misma palabra significa “vegetal y....medicina”.
Por otro lado, el National Cancer Institute de los Estados Unidos subraya el potencial de la goma arábiga como “protectora y anti-mucositis”. Tras la administración de la solución de goma arábiga en la cavidad oral, el polímero forma una barrera protectora sobre la mucosa oral, que puede prevenir la inflamación de las membranas mucosas y puede disminuir la mucositis oral inducida por quimioterapia o radiación.
La goma brea
Unas seis comunidades de Coronel Juan Solá (Morillo), vienen explotando desde hace un par de años de manera controlada y sistemática el árbol de brea (Parkinsonia praecox) o Palo Verde. La goma se obtiene del exudado que genera la planta al generarle algunos cortes, ya que utiliza su savia como protectora contra parásitos e insectos.
Recién en el 2013 ese producto local consiguió que la Comisión Nacional de Alimentos la incorporara como aditivo alimentario al Código Alimentario Argentino, aunque aún faltan otros reconocimientos como el de la ANMAT y el Instituto Nacional de Vitivinicultura, ya que el 20% de la goma brea que se importa se utiliza para la producción de vinos (la Argentina importa goma arábiga por 3,5 millones de dólares anuales).
Desde 2019, la Asociación Tepeyac, que trabaja desde hace décadas en la zona, con el acompañamiento de organismos nacionales como el INTA, retomó una iniciativa que había nacido en los '90. La recolección de la goma brea hoy le da trabajo a unas 90 familias wichí, mientras estudian cómo hacer para preservar la flora autóctona y hacer crecer su producción.
Los referentes de la asociación que promueve su producción en la zona, destacaron además que junto al Ministerio de Ambiente de la Nación se viene promoviendo el aprovechamiento de esa planta ya que sirve como recuperadora de suelos en zonas de peladares.