El ansiado viaje de vacaciones puede convertirse en una pesadilla para quienes sufren cinetosis, el también conocido como “mareo del viajero”. Ya sea en auto, tren, barco o avión, muchos desconocen que esta afección, que tiene como síntomas vómitos, náuseas, sudoración y hasta somnolencia, afecta principalmente a los niños y que es posible apaciguar con algunas simples medidas. Los casos más graves podrían requerir medicación según prescripción médica.
Por qué se produce la cinetosis
“Es un cuadro que mayormente vemos en la infancia, a partir de los 2 años, y que se produce por un trastorno en el equilibrio, una descoordinación que recibe el cerebro, al percibir el movimiento a través de los ojos y otros estímulos que produce el oído interno”. Así lo describe la médica pediatra Ángela Nakab (MN 68722), integrante de la Sociedad Argentina de Pediatría.
De acuerdo a la especialista, este desfasaje que se produce entre el movimiento que percibe el cerebro y los estímulos que se reproducen en el campo visual o vestibular puede generar náuseas, vómitos, sudoración, aumento de salivación, sueño y molestias gástricas.
Nakab explica que según algunos estudios hay medios de transporte son más proclives a generar estos síntomas, como todo lo relacionado a lo marítimo. En los barcos, cuenta, hasta un 7 por ciento de los viajeros suele presentar vómitos y el 29 por ciento alguna de las otras molestias. En el otro extremo se encuentra el avión, donde sólo el 0,5 por ciento suele sufrir vómitos y un 25 por ciento alguna otra sintomatología relacionada con esta afección.
En el medio se encuentran los viajes en auto, donde el 2 por ciento de los viajeros presenta vómitos y cerca del 41 por ciento siente mareos, náuseas y otras molestias. “Como habitualmente las familias viajan más por tierra, es sobre lo que tenemos mayor número de consultas”, agrega.
Otra de las particularidades de esta afección, destaca Nakab, es que el malestar tiene un inicio y un fin que coincide con el viaje. Es decir, se trata de un “problema transitorio”. También, que es un trastorno que suele ir desapareciendo con la edad por el “habituamiento”, es decir por la exposición repetida de viajar en ese medio de transporte.
Qué hay que hacer
“La sensación que uno tiene de pérdida de equilibrio en general viene acompañada por ganas de vomitar. Lo más importante es intentar prevenir este mareo”, agrega la pediatra que sugiere las siguientes recomendaciones:
- Focalizar la vista en un punto fijo, ya sea en el horizonte o en un punto determinado a través de la ventanilla. “Hay que intentar que los chicos mantengan la vista fija en un punto. La percepción del movimiento va a ir disminuyendo y a veces así se consigue reducir la aparición del mareo”, explica la pediatra.
- No se recomienda leer, escribir, dibujar ni mirar una pantalla ya que esto “disminuye la percepción del movimiento” y puede producir más mareos.
- ”En relación a la comida hay que tratar que los chicos no tengan hambre pero tampoco que hayan comido en exceso. En viajes largo se recomienda ir parando cada dos tres horas para comer algo liviano”, indica Nakab.
- Tomar agua fría disminuye la sensación de náuseas.
- Se recomienda evitar maniobras bruscas en la conducción y mantener una temperatura agradable en el interior del vehículo. “Que haya ventilación, que corra el aire. Evitar el calor extremo y si uno va con las ventanillas cerradas, cada una hora abrir para renovar el aire”, agrega.
- Tratar de distraer a los chicos con diferentes tipos de juego, “la distracción disminuye la sensación de mareo”.
- Parar cada dos o tres horas como mucho.
- Estar sentado de forma vertical, no acostado, y en sentido al movimiento, hacia adelante.
- ”Cuando los chicos duermen no aparecen los mareos, por lo que tratar que los chicos duerman es una buena opción”, suma también la pediatra.
La medicación y la necesidad de consultar a un profesional
“Si con todas estas medidas el cuadro no mejora es necesario hacer consulta con el o la pediatra para que indique si corresponde tomar medicación. Hay medicación, pero como tienen efectos secundarios, siempre tiene que ser evaluada y supervisada por el pediatra”, recomienda Nakab.
Por último, la pediatra hace un llamado especial de atención a que los niños deben viajar siempre en lo que se conoce como la butaca, el Sistema de Retención Infantil, que es obligatorio como medida de seguridad. “Las niñas y niños deben viajar siempre en su sillita para prevenir lesiones totalmente evitables”, cierra.