Durante su tradicional mensaje a los diplomáticos acreditados en el Vaticano, el papa Francisco cuestionó a los sectores antivacunas e hizo un fuerte llamado a la aplicación de dosis contra el Covid. Afirmó que las vacunas son "la solución más razonable" para detener la pandemia y planteó que inoculárselas es "una obligación moral" a poner en práctica.
"Hemos podido constatar que en los lugares donde se ha llevado adelante una campaña de vacunación eficaz, ha disminuido el riesgo de un avance grave de la enfermedad", aseveró el pontífice en el tradicional encuentro con el que abre el año político de la Santa Sede frente a representantes de 183 estados.
En el inicio de su mensaje aseveró que "el cuidado de la salud constituye una obligación moral" y lanzó una crítica de soslayo a los movimientos antivacunas: "Muchas veces nos dejamos influenciar por la ideología del momento, a menudo basada en noticias sin fundamento o en hechos poco documentados", puntualizó.
"Las vacunas no son instrumentos mágicos de curación, sino que representan ciertamente, junto con los tratamientos que se están desarrollando, la solución más razonable para la prevención de la enfermedad", sentenció en esa dirección.
Un llamado a comunicar mejor el beneficio de las vacunas
El Papa, de 85 años y que ya recibió tres dosis de vacuna, reclamó en esa línea "una comunicación transparente de las problemáticas y de las medidas idóneas para afrontarlas". Luego lamentó que "la falta de firmeza en las decisiones y de claridad comunicativa genera confusión, crea desconfianza y amenaza la cohesión social, alimentando nuevas tensiones".
En su discurso, Francisco planteó que además del plano personal, "la política debe comprometerse a buscar el bien de la población por medio de decisiones de prevención e inmunización, que interpelen también a los ciudadanos para que puedan sentirse partícipes y responsables".
Así, consideró "es importante que se continúen los esfuerzos para
inmunizar a la población lo más que se pueda", en un marco en el que la
tarea "requiere un múltiple compromiso a nivel personal, político y de la
comunidad internacional en su conjunto".
En el plano personal, según Jorge Bergoglio, "todos tenemos la
responsabilidad de cuidar de nosotros mismos y de nuestra salud, lo que se
traduce también en el respeto por la salud de quien está cerca de
nosotros".
En un discurso en el que repasó varios de los conflictos abiertos a nivel
mundial, el Papa pidió además por los migrantes y el cuidado de la Tierra, al
tiempo que advirtió por los riesgos de la denominada "cultura de la
cancelación" que podría derivar en "un pensamiento único".