El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que buscará tratar al covid-19 como una "enfermedad endémica" similar a la gripe, para en tal caso dejar de reportar los positivos y de testear a los sintomáticos mientras siguen recibiendo tratamiento.
Sánchez dijo que su plan se basa en el hecho de la baja mortalidad que tiene ahora la enfermedad, luego de dos años de pandemia, por la vacunación, es decir la fuerte caída en la cifra de muertes respecto a la cantidad de casos que se registran.
Al ser entrevistado por la radio Cadena SER, el líder español indicó que el cambio significaría tratar al covid-19 como una "enfermedad endémica" en lugar de una pandemia. "Empecemos a evaluar la evolución de la Covid-19 con parámetros diferentes", dijo Sánchez, que afirmó que actualmente la letalidad de la enfermedad se sitúa en el 1 por ciento frente al 13 por ciento registrado en 2020.
El mandatario destacó que "la situación" de la pandemia "no es la de hace un año". "Conocemos mejor al virus y a la espera de lo que digan los informes, (la variante) Ómicron parece que tiene una incidencia más leve", declaró. Sánchez apostó por el "mismo modelo" para controlar la evolución del coronavirus que para la gripe: "Dejar de contar los casos y las pruebas", explicó.
Vigilancia de brotes
El presidente del Gobierno confirmó que se trata de un plan que funcionará a través de una red de centros de salud y profesionales que informen la evolución de los brotes de coronavirus, lo que técnicamente se llama "vigilancia centinela" en lugar del método actual de "vigilancia universal".
El método sería similar a una encuesta, parecido al que se usa en Europa para rastrear la influenza.
Asimismo, agregó que este es un debate que el Ejecutivo está "intentando abrir a nivel europeo" y destacó que la ministra de Salud, Carolina Darias, discutió la propuesta con algunos de sus homólogos en la Unión Europea (UE).
Sánchez auguró que este mes de enero habrá un pico en los contagios por la alta transmisión de la variante Ómicron, de muy fácil propagación, y después la curva empezará a bajar.
También adelantó que en enero España comprará 344.000 dosis de los antivirales orales que está fabricando Pfizer y que, según destacó, "reducen en un 88 por ciento la posibilidad de hospitalización de los enfermos vulnerables".
También afirmó que tiene previsto controlar los precios de los test de antígenos.
Vuelta a clases en medio de la ola
Unos 8 millones de estudiantes de nivel primario y secundario reanudan este lunes las clases en España.
Las autoridades acortaron los períodos de aislamiento y suavizaron los requisitos para poner en cuarentena aulas enteras cuando ocurren brotes, para evitar interrupciones importantes en las escuelas.
Al respecto, el mandatario aseguró que las condiciones para la vuelta a los colegios tras las vacaciones de Navidad son "seguras".
"Hay que tener confianza en el trabajo de los técnicos y en una vacunación ampliamente respaldada por los niños", manifestó Sánchez, quien recordó que el objetivo es que el 7 de febrero el 70 por ciento de los menores tengan la primera dosis y en la semana del 18 de abril el 70 cuenten con la pauta completa.
Finalmente, sobre la posibilidad de implantar medidas para obligar a vacunarse a las personas que aún no lo hicieron, respondió que es un debate "pertinente para otras partes de Europa" pero no en España, donde el 90 por ciento de la población tiene la pauta completa.
A pesar de un exitoso despliegue de vacunas, España está lidiando con un aumento sin precedentes de infecciones por coronavirus, causado por Ómicron. El promedio semanal de contagios supera los 100.000, más de la mitad de los calculados algunas semanas atrás. Desde el inicio de la pandemia, España acumula 7,16 millones de casos y 89.934 muertes a causa de la enfermedad.