La cuadruplicación de casos de covid entre el personal penitenciario y la aparición de contagios entre la población penal, motivó ayer medidas excepcionales en los penales santafesinos: Sólo podrá ingresar una sola persona por semana a visitar a los detenidos, según explicó Walter Gálvez, secretario de Asuntos Penitenciarios. El funcionario reconoció el impacto de la tercera ola de Covid, con la cepa ómicron, en las cárceles santafesinas, registrando casos fundamentalmente entre los internos de Coronda (y sospechosos en Las Flores y Piñero) y elevando de 110 a 475 el promedio de agentes penitenciarios ausentes por día.

De igual modo el responsable del sistema penitenciario destacó también que la actual situación se produce luego de haber atravesados las dos primeras olas de Covid con los menores índices del país en cuanto a contagios y fallecidos (4 sobre una población de 7 mil). Sobre esa base, Gálvez apuntó que "no vemos hasta el momento" complicaciones graves, aunque consignó que "ya empezaron los contagios".

En esa línea desarrolló cual es el protocolo vigente para estos casos: "Al positivo se lo aísla, el pabellón se cierra y se suspenden las visitas", a la vez que se coordinan diariamente las intervenciones del Servicio Sanitario de cada unidad penitenciaria, para garantizar el derecho a la salud de los internos.

"Lo que aplicamos a partir de hoy (por ayer) es una resolución por la cual estamos restringiendo las visitas, bajándolas de dos personas por interno a solamente una, mayor de edad, en tanto que se autoriza el ingreso quincenal de menores con el familiar mayor que el interno tenga autorizado como visitante", expuso.

A la vez, se intensificaron los controles sanitarios y de bioseguridad, por lo cual todos los visitantes deben presentar el esquema de vacunación completo, usar barbijos o tapabocas, y pasar por la medición de temperatura corporal. Gálvez añadió que "estamos restringiendo y disminuyendo la movilidad de la población, fundamentalmente en el ingreso a la ciudad de Coronda, en un 50 %". Es que en los últimos meses, ante el descenso de contagios y estabilización de la situación sanitaria, las cárceles de la provincia habían adoptado un esquema de visitas sin las restricciones impuestas con las olas de contagios anteriores. Con una población carcelaria estimada en 7.300 internos en toda la provincia, desde Asuntos Penitenciarios calculan que semanalmente había "una movilización de entre 15 mil a 20 mil personas" los días de visita.

Al momento en distintos penales de la provincia hay pabellones con internos contagiados que se encuentran cerrados a los patios y espacios transitorios. "El interno que da positivo se lo aísla en un lugar especialmente preparado o bien en su celda, se cierran los patios y las salidas. Se lo controla a la mañana y a la tarde", sostuvo Gálvez.

El funcionario admitió que el principal problema hoy se presenta con el personal: "Teníamos un nivel de ausentismo promedio de 110 agentes por día. Era el número diario, y hoy estamos en 475 (que responden a entre 150 y 170 positivos, y el resto a aislados por contacto estrecho". "En 7 días se nos dio vuelta la situación, esa es la mayor preocupación: cómo sostener el sistema y atenderlo con casi 500 empleados menos", concluyó.