En los casi 39 años de gobiernos democráticos --por lo menos en su origen, es decir en la elección-- seguíamos repitiendo y creyendo en el “nunca más” y, de pronto, en el final del 2021, surgieron elementos --a través de la intervención de la AFI ex Side--, que dan cuenta de que durante el anterior gobierno (2015-2019) existieron determinadas circunstancias --como espionaje, vigilancias, seguimientos, etc., etc.--, que nos retrotraían a aquellas épocas que creíamos superadas, con lo cual nos damos cuenta de que, además de gobiernos electos por votos, se necesitan gobiernos con proyectos que encuadren en una democracia, es decir en un Estado Democrático de Derecho.
De otro modo no necesitaríamos ni elecciones, ni opciones, sólo el uso de la fuerza o del poder económico que es lo que sucedió en nuestro país hasta el fin del terrorismo de Estado.
El uso del aparato de inteligencia en las políticas de gobierno implica la utilización de mecanismos prohibidos por las propias leyes democráticas.
No olvidemos que entre los desaparecidos hay obreros, sindicalistas, estudiantes, militantes, abogados, funcionarios y todos quienes luchaban realmente por la democracia y contra la dictadura, y que fueron detectados a través del aparato de inteligencia del Estado, que como todos sabemos fue la SIDE.
Mantengamos la memoria, para mantener la verdad y la justicia, de otro modo seremos derrotados.
¿Volveremos a la Gestapo o nos mantendremos en el Nunca Más?-
* Lucila Larrandart es profesora consulta de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la UBA, Premio Azucena Villaflor por su trayectoria en Derechos Humanos.