Tras la decisión del Ejecutivo Municipal de la ciudad de Salta de levantar definitivamente el espacio de venta ambulante que se había dispuesto provisoriamente en las plazas Francia, Italia y Colón, cuando tras el asesinato del joven Nahuel Vilte, la municipalidad prohibió a los manteros ingresar a las peatonales y el Parque San Martín, unas 200 familias que se habían apostado allí para seguir comercializando, comenzaron un nuevo peregrinar que aún no encuentra solución.

Durante la mañana de ayer, un grupo de 120 vendedores ambulantes que en principio marcharía hacia el Centro Cívico Municipal, decidió cambiar su rumbo y dirigirse a la Subsecretaría de Espacios Públicos, debido a que el CCM se encuentra con problemas en la atención por la cantidad de casos de covid registrados entre sus empleados y funcionarios en los últimos días.

Allí, tras esperar unas horas, fueron atendidos pasado el mediodía por la interventora del organismo, la ex edila Susana Pontussi. Pero la respuesta fue la de siempre, que “no hay prórroga para volver a las tres plazas del Parque”, ni a las peatonales, y que para volver a vender tendrán que conseguir algún espacio en las ferias barriales, alquilar algún local de manera conjunta o individual, o anotarse para ingresar en el nuevo espacio que dispondrá el Mercado San Miguel en su subsuelo (usado como estacionamiento hasta hace poco), donde también se les cobrará un alquiler y los gastos de la obra que ya se está realizando.

“Lo único que nos dijeron es que tienen disponibles microcréditos para los artesanos o los que se dedican a la gastronomía, pero con eso no podemos alquilar un local y seguimos sin lugar”, dijo a Salta/12 uno de los referentes de los vendedores ambulantes, Jorge Pampero, al finalizar el encuentro con Pontussi. El referente confirmó que les volvieron a negar cualquier posibilidad de volver a las plazas del Parque San Martín.

“Solo nos permiten ir a las ferias barriales, o que elijamos un barrio con plaza para hacer ahí la nuestra, pero cuando les preguntamos por la de Villa Soledad, que no tiene plaza y por lo tanto le correspondería la que está en Lavalle, entre San Juan y Mendoza, nos la volvieron a negar”, acotó.

Pampero aseguró que las 120 familias que hoy están marchando son las que verdaderamente no pueden, por su situación económica, afrontar un alquiler, “es necesario que la provincia o el municipio generen desarrollo local que nos ayude a salir de esta situación, y no seguir excluyéndonos”, planteó.

Con respecto a la posibilidad de instalarse en el subsuelo del Mercado San Miguel, donde según su administrador, José Muratore, ya se están realizando las divisiones correspondientes para alojar unos 140 puestos más, el vendedor ambulante afirmó que no pueden enfrentar los $30.000 que les piden para ingresar, “son $20.000 para pagar la obra de durlock que están haciendo y $10.000 mensuales más y al microcrédito no lo podemos usar para eso”. De todas maneras adelantó que hoy mantendrá una reunión con Muratore para saber si hay alguna posibilidad de arribar a un acuerdo.

“Vamos a seguir con las marchas y los reclamos en el centro para hacernos escuchar, y que esos benditos diputados y concejales que hoy descansan tranquilamente piensen en darnos una mano”, manifestó. “Desde el municipio no nos quieren dar una solución, quieren convertirnos en limosneros”, concluyó.

La interventora de Espacios Públicos, Susana Pontussi, ratificó los dichos de Pampero: “desde el primer momento sabían que había un plazo, y que vencía pasadas las fiestas y el Día de Reyes. El jueves vinieron a pedir sobre la hora una prórroga, sería faltar a nuestra palabra”, aseguró.

Sobre el destino de esos vendedores, la funcionaria insistió con las alternativas de las ferias barriales, el régimen simplificado de habilitaciones comerciales y los microcréditos para los emprendedores siempre que elaboren sus productos, “pero la gran mayoría están en la reventa y ni siquiera tienen factura de los productos y no podemos seguir alentando la ilegalidad”.

Pontussi añadió que ya hay un grupo de más de 50 vendedores que alquilaron un local sobre la calle Ituzaingo, en un espacio que está funcionando bajo el nombre de Feria La Esperanza, “nosotros los ayudamos a que se habilite rapidísimo”, dijo. Y dijo que otro grupo está dispuesto a ingresar en el Mercado.

Pero con respecto a las ayudas, volvió a negar cualquier posibilidad bajo el argumento de que “sería absolutamente injusto pagarle el alquiler a un grupo cuando todos los comerciantes de Salta tendrían el mismo derecho”. “Saben que la decisión está tomada y que no pueden volver ni a las peatonales ni al Parque, espacio público ganado no se cede”, sentenció.

De todas maneras, aclaró que siempre estará abierta al diálogo “y a disposición para ayudarlos en caso que encuentren algún lugar para hacer inmediatamente los trámites de habilitación”.