Es bien sabido que la gran Ruth Bader Ginsburg, que murió en septiembre del 2020, devino heroína feminista e ícono pop en vida, apreciada por muchísimas personas que supieron valorar su enorme labor; como abogada pionera de los derechos civiles primeramente y, más tarde, como segunda mujer en ocupar -muy merecidamente- el cargo de jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos.
En breve, entre el 19 y el 27 de enero, se dará una oportunidad como pocas: más de mil libros de la colección personal de “Notorious RBG” -como le decían cariñosamente- serán subastados online por la casa Bonhams. En el lote, de todo como en botica: desde libros de Derecho con anotaciones de su puño y letra de sus épocas como estudiante en Harvard y en Columbia, hasta primeras ediciones autografiadas por amigos y admiradores.
“La biblioteca de una persona es algo muy personal, dice mucho sobre ella. La de RBG solo confirmó mis sospechas: que era brillante, reflexiva, cuidadosa, clara y amable”, manifestó Catherine Williamson, directora del área de libros y manuscritos de Bonhams, pronta a destacar lo obvio: que Ruth era una lectora voraz (suya la frase: “Leer le dio forma a mis sueños, y leer aún más me ayudó a hacerlos realidad”). Subraya también CW que la subasta es una chance sin igual para cualquier interesado en la historia del sistema judicial de los Estados Unidos, del país en general, que tanto le debe a Bader Ginsburg, defensora de tantas causas justas.
“En la casa de mis padres había libros por todas partes, se apilaban en cada rincón. No solo las paredes de la sala de estar sino las de absolutamente todos los cuartos estaban cubiertas de estanterías. Tenían que agregar repisas a cada rato”, cuenta Jane Ginsburg, hija de Ruth, precisando que, tras la muerte de su mamá, los libros de bolsillo fueron donados a bibliotecas de cárceles; los de música, regalados a la Ópera Nacional de Washington. Familiares cercanos eligieron después qué tomos querían guardarse para sí, a modo de entrañable memento. Y el resto, finalmente, ha sido puesto a disposición para la venidera subasta, que parte de precios -dicho sea de paso- sumamente accesibles. Un resto ecléctico, la mar de interesante, que incluye cuanto género literario venga a la mente, con copias autografiadas por sus escritores de títulos de Jane Goodall, Al Gore, Toni Morrison, Gloria Steinem, Kate Millet, Sonia Sotomayor, y siguen las firmas.