Agustín Day alarga el brazo y se apunta con su celular para una selfie. Francisco Oliver arquea el cuello con una contorsión y logra entrar en el cuadro. Click. “Y un día volvimos a casa...”, dicen a coro. Dos de los integrantes de Los del Portezuelo –el tercero, Diego Cardero, está ausente con aviso– se están por sentar en torno a la gran mesa de la sala de reuniones de la disquera Warner, en Palermo. La misma mesa donde hace casi dos años firmaron el contrato para un disco que, pandemia mediante, acaba de salir: Kuntur. Son once canciones variadas, muchas de ellas propias, trabajadas a partir de un estilo que posiciona al trío salteño en esa franja de la música juvenil argentina que, sin necesidad de sentar raíces, prefiere navegar por sonidos del folklore, el pop latino y la balada.
Videos de temas como el que da nombre al disco, la balada “Nada” y la saya ligera “Si no te vuelvo a ver”, fueron lanzadas sucesivamente, para calentar las redes sociales antes del lanzamiento formal, que suma a sus atractivos una versión de “Ahora”, tema del chileno Alberto Plaza, reformulada junto al grupo jujeño Los Tekis. A las colaboraciones se suman Nati Pastorutti, en la canción “Un Café”, y Marcela Morelo en la clásica “Zamba de mi esperanza”.
“Habíamos firmado contrato para hacer un disco con Warner Music Argentina y enseguida nos agarró la pandemia”, dice Day al comenzar la charla con Página/12. “Cuando entendimos que la cosa venía para largo, postergamos el proyecto inicial del disco y empezamos a trabajar en un EP pandémico, con ese repertorio de canciones que siempre quisimos hacer pero nunca le habíamos encontrado el espacio”, interviene Oliver.
Unidas bajo el significativo título Desde adentro, las cinco canciones –en las que estaban una versión de “Zamba de Lozano” con Álvaro Teruel, el menor de Los Nocheros, como invitado– consiguieron una nominación a los Premios Gardel. “Más allá de los reconocimientos que tuvimos, grabar esos temas fue una experiencia muy particular, por cómo se dieron las circunstancias. Nosotros somos un grupo vocal y siempre habíamos ensayado juntos, buscando amalgamar las voces y cuidando cada detalle y de pronto nos encontramos grabando cada uno en su casa, adentro de un ropero acustizado con frazadas”, recuerda Day. “Fue una experiencia rara, pero importante. Sin poder salir a tocar y sin poder ensayar reunidos, nos salvó ser optimistas. Después, cuando nos pusimos a trabajar en Kuntur, muchas cosas ya no eran como las habíamos planeado en un principio, habíamos madurado como grupo”, agrega Oliver.
Kuntur es el nombre con que se conoce al cóndor en algunos lugares la región andina. Un nombre que para Los del Portezuelo asume un significado muy especial en este momento. “Dimos varias vueltas sobre cómo llamar al disco, pero al final nos decidimos por este nombre, que viene de esta canción medio chamánica de mi tío, Rafael Escudero”, explica Day. “Posiblemente para un primer disco hubiese sido mejor un mensaje más literal, pero nos gustó la idea del cóndor, la sentimos cercana y la adoptamos, en particular porque tiene que ver con el momento en que nos decidimos venir a vivir a Buenos Aires. Kuntur simboliza la figura del cóndor y su instinto de confiar en sus alas para elevarse, para buscar la altura. Para nosotros se trata de aprovechar las oportunidades y buscar cada vez más alto, hacer cada vez mejor lo que hacemos”, agrega Oliver.
-¿Pensaron el disco como una unidad conceptual o para el desguace de las plataformas?
F. O.: -Está pensado como un concepto. Más allá de que seguramente se puede escuchar tema por tema sin perder sentido.
A. D.: -A medida que las canciones fueron fluyendo se dio el concepto del disco. Hay cosas que salen del repertorio tradicional, otras que vienen del pop, hay baladas y más. Toda esa variedad está unida por nuestro estilo. Hay ahí un equilibrio entre entre eso y esa es la identidad “Portezuela”.
-¿Cómo sería eso?
A. D.: -Trabajamos todo entre los tres. Hay algo que entre nosotros de da naturalmente cuando tratamos los arreglos e incluso las composiciones. Cada uno tiene un camino distinto y un gusto distinto y en la suma de las diferencias se define nuestro estilo. Yo crecí escuchando y cantando folklore, mi viejo era un tradicionalista y aprendí en las guitarreadas. Francisco es de la generación que creció escuchando rock nacional y Dieguito es el tipo que amalgama todo, es un jujeño que puede perderse en el carnaval o sentado en su casa con la guitarra en mano ofrecerte sus versiones, de John Mayer, Coldplay o Luis Miguel.
Con disco nuevo para mostrar, Los del Portezuelo vuelven de giras por Jujuy, Salta, Tucumán y Córdoba. Después de cerrar un año esperanzador con la “Portepeña” en el Roxy, están listos para seguir la temporada festivalera, en un tiempo que, aseguran, “no nos va a encontrar quietos”.