Un masivo abrazo de docentes, padres y alumnos a la Escuela Primaria Nº46 de El Talar, partido de Tigre, repudió ayer a la mañana la agresión física y verbal que sufrió una docente de esa escuela por parte de la mamá de una alumno, el viernes a la tarde. La agresora, que tiene antecedentes penales, fue demorada el domingo en la comisaría 5a del distrito, mientras el Ministerio de Educación bonaerense pidió que le apliquen la ley 14.498, aprobada en diciembre pasado, que pena con multa y hasta detención la agresión a docentes y no docente de los establecimientos educativos públicos y privados. En tanto, el municipio ofreció repartir botones antipánico para los docentes. El secretario general de Suteba Tigre, Alfredo Cáceres, dijo a este diario que la penalización “no es el camino. Se trata de una respuesta electoralista. Hablan de la ley y de instalar botones antipánico, cuando están abandonado la escuela pública. Si el gobierno no nos respeta y nos tratan de vagos, de mafiosos, difícilmente nos respeten otros sectores. Lo que hizo el gobierno en estos meses funcionó como una instigación a que la gente nos discipline, por suerte no ocurrió. Lo que queremos es que las escuelas tengan la posibilidad de trabajar en jornadas sobre esto que sucedió”, sostuvo el delegado.
El hecho, que fue grabado por otra docente y se viralizó en la redes sociales, se desató el viernes a las seis de la tarde en la escuela Fray Mamerto Esquiú.
Una hora después de finalizada la jornada escolar, la maestra Vanesa Segovia intentó comunicarse con la madre de un alumno de 6 años al que aún no habían retirado del establecimiento. Tras varios llamados a la mamá, que vive enfrente del colegio, la docente logró comunicarse sólo cuando lo hizo desde el teléfono celular de otra docente. El teléfono de la docente la madre lo tenía registrado porque no era la primera vez que ocurría.
“Me dijo que si me quería quedar con el nene me lo quedara, que no iba a venir a buscarlo porque estaba tomando mate”, contó la docente. Antes, la mujer, Eliana Cecilia Romero, había enviado a dos menores de edad, sin relación familiar con su hijo, para que lo retiraran de la escuela.
“En ninguna escuela se permite que un menor de edad se retire solo si no es con un adulto que esté autorizado. Lo único que se hizo fue esperar a que llegara la madre ya que las personas que habían intentado retirar al niño eran menores de edad y no estaban autorizadas”, explicó durante el abrazo Andrea, maestra de la escuela y hermana de la docente agredida.
Cuando finalmente la madre llegó a la escuela para llevarse a su hijo comenzó a increpar a la maestra que la había llamado por teléfono.
En el video, que registra los últimos momentos de la agresión, se puede ver a Romero que primero le grita a la docente “no te confundás conmigo” mientras le revolea un cachetazo. “Qué te me reís en la cara, la concha de tu madre. No te me rías más en la cara que no soy ninguna afeminada y no te hagas la canchera”, le sigue gritando la mujer a una docente que sólo atina a decir que no se está riendo y que es su hijo de quien están hablando.
“Es mi hijo, yo a mi hijo lo crío como se me canta la concha, tenés algún problema”, amenaza la mujer cada vez más fuera de sí. “Críelo en su horario. El mío es hasta las cinco”, logra replicar Segovia en la filmación que fue subida a Facebook.
Según contó Segovia a un canal de televisión, la mujer “se fue diciendo que la próxima vez me iba a prender fuego”.
Luego de las agresiones, la municipalidad de Tigre presentó una denuncia en la Justicia contra Romero solicitando que se le aplique a la mujer “el artículo 74 bis incorporado por la ley provincial 14.898, que castiga con arresto a los padres de alumnos que agreden a docentes”, sostiene el comunicado.
El titular de la cartera educativa provincial, Alejandro Finocchiaro, dijo que “en las escuelas muchas veces ocurren agresiones de este tipo que no llegan a ser delito: un padre que patea una puerta e ingresa a un establecimiento con improperios. Eso no puede pasar. Antes, como no llegaban a ser delitos, eran cosas que no se penaban”.
Finocchiaro explicó que “la Justicia deberá decidir qué penas le caben a la agresora” y señaló que además de la agresión física hubo amenazas por lo que “la Justicia deberá decidir si aplica sólo el Código Contravencional o si directamente aplica el Código Penal por ese delito”.
Ayer, en el colegio se suspendieron las clases y se realizó un acto de solidaridad con la docente agredida. Cáceres contó a PáginaI12 que “se hizo un abrazo con docentes de todo el distrito, padres y alumnos. Fue muy masivo”, dijo el delgado gremial y explicó que “la docente esta muy angustiada y muy mal. Sufriendo los efectos de lo que fue una agresión cobarde”. “Repudiamos lo que hizo la mujer, es inadmisible pero no le endilgamos la responsabilidad principal de la situación que atravesamos. Las familias tienen muchísimas necesidades y esto genera la sociedad violenta en la que vivimos. El docente es la frontera del estado en los barrios, y a quien encuentran los padres es al docente”, remarcó.