La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, anunció ayer que levantará el límite de 500 personas en grandes eventos la próxima semana, considerando que la región está superando el brote de ómicron y debe prepararse para vivir con el virus.

A partir del próximo lunes los grandes eventos como encuentros deportivos ya no tendrán limitación de asistencia, anunció Sturgeon ante el parlamento regional, precisando que los organizadores deberán sin embargo intensificar los controles sobre la vacunación de los asistentes. Esta decisión despeja el camino para que Escocia juegue en casa en el torneo de rugby de las Seis Naciones, que comienza contra su gran rival Inglaterra el 5 de febrero.

El gobierno autónomo dirigido por la independentista Sturgeon, que establece su propia política sanitaria, adoptó sistemáticamente restricciones más severas frente a la covid-19 que el ejecutivo británico de Boris Johnson en Inglaterra. Pero ayer consideró que "vivir con el virus es lo que todos deseamos desesperadamente". Y "sabemos que no podemos confiar continuamente en las medidas restrictivas para gestionarlo", subrayó. El ejecutivo regional sigue instando sin embargo a los escoceses a trabajar desde casa y a limitar los contactos fuera de sus hogares de momento.