La decisión de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) de poner en marcha la primera cátedra del país sobre aborto fue celebrada por ong, gremios, ciudadanos e incluso por el decano de esa facultad, Ricardo Nidd. Pero, a partir de la aprobación por unanimidad del dictado de la materia optativa, el decanato recibió cerca de 10.500 correos electrónicos de una campaña de los grupos antiderechos que se opone a su existencia. Nidd defendió a la primera materia del país que aborda al aborto como un problema de salud y expresó: “Ni con 150 mil mails van a torcer la autonomía universitaria”.
El decano confirmó que no eliminará la cátedra, que será dictada por la Red de Profesionales de Salud de Derecho a decidir a partir de agosto, y volvió a resaltar la importancia de que se incorpore al programa de medicina. “De hecho el aborto es un tema que ya se aborda a través de diferentes cátedras, como tocoginecología, bioética o medicina preventiva, pero que ahora va a tener un espacio para tomarlo en mayor profundidad”, explicó Nidd.
El decano resaltó que en la provincia de Santa Fe existe un “protocolo de aplicación” y, en los hospitales públicos, se practica la “interrupción legal” del embarazo en “determinadas circunstancias”. Se refiere así a la Guía Técnica para Atención Integral de los Abortos No Punibles del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación al que está adherida la provincia.
La decisión de sumar la problemática a la currícula de grado como materia optativa para el próximo semestre fue debatida por el Consejo Directivo de Ciencias Médicas, que finalmente la aprobó por unanimidad el 7 de mayo. Entonces, Nidd había resaltado a este diario que la idea era “que sea un espacio abierto a diferentes voces que trabajan acompañando a las mujeres en el acceso a sus derechos sexuales y docentes invitados de otras disciplinas y especialidades”.
Para el médico, no es tan curioso el hecho de que ahora se ponga en marcha una cátedra para abordar el tema, como que “no se haya podido resolver antes”. “Para nosotros ya es una cosa juzgada”, apuntó y recordó que la avalancha de correos contrarios al dictado de la materia generó una contrarreacción que se plasmó en otros más de dos mil mails de organizaciones y personas que “alientan y apoyan” que desde la facultad se reconozca y discuta la problemática del aborto.