La ciudad de Villa Gesell fue decretada en situación de “emergencia acuática” ante la falta de guardavidas. La decisión fue tomada tras una medida de fuerza que iniciaron los bañeros y bañeras en demanda de una recomposición salarial y por mejores resguardos sanitarios ante el fuerte incremento de casos de Covid.
La medida fue adoptada en las últimas horas y por 90 días por el intendente de ese distrito de la Costa Atlántica, Gustavo Barrera, a partir de un decreto municipal que, a la vez, lo habilita a contratar de manera directa al personal idóneo para cubrir las necesidades de las playas de todo el distrito.
A la vez, sanciona a todos los guardavidas que participen de la medida de fuerza suspendiéndoles la licencia para trabajar y quitándoles el goce de sus haberes.
Las razones de la "emergencia acuática"
El detonante de la protesta de los guardavidas fue la falta de acuerdo paritario de las últimas semanas, por la cual se decidió un paro para mañana jueves 13 de enero.
La respuesta del Ejecutivo comunal fue la publicación del Decreto 119 que justifica su decisión de contratar nuevo personal ante la falta del que se desempeña habitualmente y ante la emergencia sanitaria por el rebrote de casos de Covid, que afecta fuertemente a esa ciudad costera.
Entre los considerandos, la norma apela al contexto de “alta transmisibilidad del Covid en la provincia de Buenos Aires” que “se visibiliza más aún en puntos turísticos estratégicos, tales como el partido de Villa Gesell”.
Este marco afecta “distintos servicios esenciales, tales como la seguridad en el ámbito acuático, de la cual depende la integridad física y la vida de los bañistas”. “Más aún en esta época del año, teniendo especialmente en cuenta los elevados niveles de ocupación que presenta el partido”, sostiene.
Por estos puntos y por la “extrema ola de calor que colocan al turista en una situación de extrema vulnerabilidad” es que el gobierno municipal declara la “emergencia en materia de seguridad acuática” en toda la comuna.
Qué más decidió la Municipalidad
De esta manera, la Municipalidad queda facultada “a realizar la contratación directa de profesionales guardavidas, timoneles y afines que permitan cubrir las necesidades que demande el operativo de seguridad en playas, hasta tanto se extienda la presente declaración de emergencia”.
A la vez deja en sus manos “disponer toda otra medida necesaria tendiente a garantizar la seguridad en el ámbito acuático”, así como también a reorganizar “el operativo de seguridad en playas”, modificando horarios y asignando horas suplementarias.
Finalmente, el artículo quinto del decreto advierte sobre una polémitca medida: “Suspender el otorgamiento de toda licencia sin goce de haberes durante el termino de duración de la presente (90 días), como asimismo a revocar las otorgadas a aquellos agentes que se encuentren en condiciones de prestar servicios siempre que exista una necesidad insalvable de contar con su fuerza de trabajo.