La Cámara de Apelaciones revocó el procesamiento por falta de pruebas de las dos policías de la Ciudad, Micaela Fariña y Lorena Miño, detenidas por el encubrimiento del crimen de Lucas González y ordenó su inmediata libertad. Y confirmó la de otros cuatro policías (dos comisarios, un subcomisario y un principal). Se trata del primer grupo de seis que fueron imputados por encubrimiento del crimen. Por otro lado, el juez Martín Del Viso dispuso la realización el próximo lunes de una rueda de reconocimiento sobre una oficial de la Policía de la Ciudad, la abogada Verónica Andraca, de la Asesoría Legal de la Policía porteña, sospechada de haber brindado ayuda a los acusados por el crimen para sostener la versión del tiroteo.
En un fallo de 17 páginas, la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, integrada por los jueces Alberto Seijas, Julio Lucini y Mariano Scotto, revocó el procesamiento de Fariña y Miño, dictó la falta de mérito "para procesar o sobreseerlas" y ordenó sus inmediatas libertades.
Ambas habían sido procesadas con prisión preventiva junto al comisario Juan Romero, titular de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4; Roberto Inca, subcomisario, y segundo de Romero -de ellos dependen los tres integrantes de la Brigada de la comisaría 4D detenidos por el crimen, Gabriel Isassi, José Nievas y Fabián López-; el comisario Fabián Du Santos, jefe de la comisaría 4 D; y el principal Héctor Cuevas, de la misma seccional. Sobre estos cuatro, la Cámara confirmó los procesamientos como coautores del delito "de falsedad ideológica y encubrimiento agravado por la condición de funcionario público por ser el delito precedente especialmente grave", además de "falso testimonio".
"Es posible sostener, prima facie, la responsabilidad de Roberto Orlando Inca, Héctor Claudio Cuevas, Alberto Du Santos y Juan Horacio Romero en los hechos, pues conscientes de la ilegalidad del procedimiento que protagonizaron Isassi, Nieva y López, su actuación se enderezó con un claro rumbo a la alteración de la escena del crimen y con el preciso objetivo de encubrir el delito cometido, ayudando de ese modo a sus protagonistas a eludir la ley", sostuvo la Cámara en su fallo.
Respecto de Miño y Fariña, los camaristas recordaron que al dictar el procesamiento de ambas, el magistrado de primera instancia "ponderó que fueron las primeras en llegar al lugar, que los menores les pidieron auxilio atemorizados y en estado de shock, todo lo cual no se compadecía con el hecho de enfrentamiento anunciado" por los otros efectivos. A su vez, en su apelación, las defensas alegaron que "la actuación de las funcionarias se ciñó al cumplimiento de su deber, en lo que a la aprehensión inicial de los jóvenes refiere" y que "inmediatamente después se abocaron al resguardo del perímetro".
Para la Cámara, "la prueba recabada al menos hasta el momento no permite afirmar con convicción, a diferencia de lo sucedido con Cuevas, Inca, Du Santos y Romero, que estuvieran en conocimiento de lo realmente ocurrido y del plan urdido posteriormente por ellos y que así sus acciones -aprehender a los jóvenes y realizar el resguardo de la zona- estuvieran dolosamente dirigidas a colaborar en el teatro urdido".
Al margen de la Cámara, el fiscal Leonel Gómez Barbella había pedido realizar una rueda de reconocimiento sobre la abogada Verónica Andraca, de la División de Asuntos Penales y Contenciosos del Departamento Asesoría Legal de la Policía de la Ciudad, sospechada de haber participado en la producción de pruebas falsas, porque se la vio en la escena durante el periodo en que se considera que se trucharon las pruebas para simular un enfrentamiento. Del Viso aceptó el pedido, y la rueda se realizará el lunes.