Hoy vemos socialmente como se profundiza la construcción de los confusos pero de miradas selectivas.

El acceso a la información basado en las redes sociales, sumado a los medios, no es ignorado por las mayorías, de acuerdo al sentido de esa búsqueda y el lugar que conviene a su pensamiento. Autoconvencidos ante cada hecho como una verdad que se impone y comienza a transitar ese camino que nos atraviesa, que nos lleguen mensajes con posturas en las redes son inevitables. En las mayorías se nota esa mirada parcial.

Los temas varían mucho, desde la política, luchas sociales, ambientales, derechos humanos. Hay una mayoría que siempre los acompañó como ideal de vida y compromiso de lucha, despojados de cualquier interés. También están los confusos, que según de dónde venga una acción de un gobierno o problema social, lo califican según su conveniencia de pensamiento verticalista (en el que se deja entrever su cultura construida bajos prejuicios ideológicos cargados de desmemoria). 

Por ejemplo, una violación al estado de derecho que, depende quién la haga, se analiza de forma confusa, imponiéndose el negacionismo. Pasa en la economía: se aceptan barbaridades por ser de un mismo signo político y se enfurecen con la misma acción si es alguien de otro signo.

Considero que la palabra neoliberal ya no es la correcta. Podemos marcar un eje en cuatro etapas: Dictadura Cívico-militar, Menemismo, Macrismo y el actual Gobierno que siguen planteando esa misma teoría para correr las discusiones políticas y buscar alternativas a un proyecto para todos. Para ellos, es mejor una ayuda social que darle dignidad a sectores de 5 generaciones que no conocen el trabajo digno.

Nos hacen creer que un sueldo de un legislador es lo que daña y no lo que vota, comprometiendo generaciones. Hoy el tema es si alguien dona un sueldo y se lo empodera políticamente por su desprecio al populismo, Que la RAE lo define como Tendencia política que pretende prestar atención especial a los problemas de las clases populares. El ahora diputado nacional Javier Milei es todo lo contrario.

No es el dinero de un legislador el tema a discutir, es lo peligroso que son estos inventos mediáticos que nada tienen que ver con la democracia.

También debemos hablar de los logros en estos 38 años de recuperar la Democracia. De grandes cantidades de referentes de la cultura, de lo social y politico que siguen construyendo claridad ante tanta confusión, desde el humanismo seguidos por una mayoría que siguen sus caminos desde el compromiso. Siempre es bueno recordar algunos nombres: Las Madres junto a los Organismos de derechos humanos, Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Osvaldo Bayer, José Pablo Feinmann, Leon Gieco, Víctor Heredia, Mercedes Sosa (faltan nombres obviamente pero cada cual lo suma en su pensamiento) y en lo político, Carlos Del Frade seguirán siendo de historia presente en cada necesidad de tener una mirada diferente ante tanta cultura de la confusión.

Ruben Eduardo Kelo Moreno 

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