Brigadistas nacionales y personal de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe trabajaron por tierra y aire para extinguir nuevos incendios registrados en las últimas horas en las islas del delta del río Paraná, informó este jueves la Secretaría de Ambiente entrerriana, que no descartó nuevos focos en la zona por el intenso calor.
Los trabajos comenzaron por la mañana y finalizaron hacia la noche del miércoles, bajo temperaturas que superaron los 42 grados en la zona, se precisó.
Los focos ígneos que afectaron a las ciudades costeras santafesinas se registraron sobre el departamento entrerriano de Victoria, por lo que se instaló un comando de operaciones en el Aeroclub de la ciudad de Alvear, provincia de Santa Fe.
Los incendios fueron detectados por la Red Ciudadana, una organización de pobladores del delta que trabaja en la alerta temprana.
Los fuegos "fueron extinguidos, en este momento no hay nuevos pero pueden aparecer otros por el intenso calor", advirtieron. Por eso, el personal equipado y especializado continúa la evaluación de la zona, para "posibles ataques de puntos calientes" que se puedan generar.
Allí trabajaron de diferentes formas con ataques directos, indirectos y paralelos; líneas y brechas cortafuego, anclando en quemados y lugares de rebrotes; y herramientas de zapa y enfriamiento de mochila.
Las altas temperaturas y la falta de lluvias contribuyen a agravar la situación que se vive en distintos puntos de la provincia, señalaron desde la Secretaría de Ambiente entrerriana.
"Para trabajar sobre el fuego hay que conocer el terreno, tener el equipamiento y conocimientos necesarios, porque de lo contrario se corre peligro", explicaron y subrayaron la importancia de que los ciudadanos no se acerquen a la zona.
"Las causas son antrópicas y es muy difícil determinar cómo se generó, porque para eso hay que estar en el lugar del incendio, y cuando se detecta un punto de calor ya hay una columna de humo y el fuego lleva un tiempo allí", comentaron.
En el lugar trabajó personal de Defensa Civil y de la Brigada Forestal de la Policía de Entre Ríos; de Protección Civil de Santa Fe; de la Federación Santafesina de Bomberos Voluntarios; y de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Victoria.
En Entre Ríos, casi 20.000 hectáreas fueron afectadas por incendios reportados entre el 1 de enero y el 2 de diciembre del 2021. El gobierno provincial recordó que aún se encuentra vigente la prohibición de realizar cualquier tipo de quemas sin autorización ya que pesa sobre la zona una medida cautelar del Juzgado Federal de Paraná.
Además, el fiscal de Estado provincial, Julio Rodríguez Signes, aseguró que Entre Ríos "no tiene ninguna responsabilidad jurídica" sobre los incendios y afirmó que es "gente de Rosario la que hace un uso inadecuado" de las islas. "Adjudicarle responsabilidad a Entre Ríos por los hechos que se producen es un contrasentido", sostuvo en un comunicado.
Por otro lado, miles de peces muertos y una población de tortugas acuáticas diezmada es el panorama de lagunas internas en el humedal del Delta del Paraná, frente a Rosario, por la bajante del río, la sequía y la ola de calor, denunciaron desde la organización ambientalista El Paraná No se Toca, que definió a la situación como "alarmante”.
“Miles de peces muertos flotan por estas horas en lagunas internas del humedal y la población de tortugas acuáticas prácticamente ha desparecido por la bajante del rio, sequía, ola de calor y extremas temperaturas”, explicó Pablo Cantador.
Y agregó que el panorama en el humedal frente a Rosario "es idéntico" a lo que sucede en Laguna Paiva, donde el espejo de agua desapareció; y en la laguna Garay, en la localidad de Santo Tomé, que también se está secando.
En Laguna Garay, por ejemplo, ambientalistas de la zona rescataron en los últimos días a cientos de tortugas acuáticas que habían quedado enterradas en el barro.
“Acá, en las islas frente a Rosario, la mortandad de tortugas fue una muerte silenciosa, que pasó desapercibida para el común de la gente”, indicó Cantador.
Y agregó que islas dentro del humedal, “en las pocas lagunas que han quedado y que tienen todavía algo de agua, hay miles de peces muertos flotando. En el caso de las tortugas, la mortandad ya viene desde el año pasado”, agregó el ambientalista.
“Pero ahora, al secarse los últimos espejos de agua, por la falta de lluvia, bajante del río, y las altas temperaturas, murieron todas las tortugas. Los lugareños describen a la situación como alarmante”, comentó el ecologista rosarino.