Alguien consiguió generar polarización política en torno al calor, y no fue la típica discusión en Twitter entre la banda del invierno y la del verano. Horacio Rodríguez Larreta salió a oponerse a la medida que tomó el Gobierno nacional para ahorrar energía, por la cual en los dos días de temperaturas extremas los empleados públicos que puedan trabajar desde sus casas no concurrirán a sus oficinas. "No podemos hacer que no vayan a trabajar", dijo el jefe de Gobierno al no adherir a la decisión del Gobierno nacional. Desde el PRO, como única solución, propone subir las tarifas de manera exponencial, en consonancia con las empresas privatizadas.
Camino a las elecciones de 2023, cualquier tema parece ser bueno para generar polarización. Lo fue la política hacia la pandemia en 2020, las vacunas, las escuelas, y también el Presupuesto, el pacto fiscal y hasta una reunión para hablar de la situación con el FMI. En todos los casos, Larreta encontró la forma de diferenciarse. Ante la ola de calor, el Gobierno nacional dispuso que los empleados estatales que puedan cumplir las mismas tareas desde sus casas no concurran a trabajar. El espíritu es disminuir el uso de energía para que el sistema no colapse. En la misma línea, el Gobierno trabajó sobre el sector privado para que no sobreexijan el uso de energía hasta que pase la ola de calor, al final de esta semana (ver aparte).
Es una medida por 48 horas, pero Larreta nuevamente consiguió marcar una diferencia. El jefe de Gobierno rechazó la posibilidad de hacer algo similar con los empleados públicos porteños. “A la gran mayoría los tenemos abocados al cuidado de la pandemia. No podemos hacer que no vayan a trabajar”, afirmó luego de los cortes de luz de Edenor que dejaron a 700 mil usuarios sin energía esta semana.
El jefe de Gobierno no ofreció ninguna alternativa, simplemente aseguró que "la prioridad" es que los empleados públicos trabajen estos dos días. Insistió en que tiene muchos trabajadores abocados en “los centros de testeo, donde tenemos 50 mil personas por día, en la vacunación, en la estamos arriba de 30 mil vacunas que aplicamos y en las UFUs”. “También tenemos la escuela de verano, los polideportivos, con casi 40 mil chicos en las colonias de vacaciones. No podemos aflojar. Nuestra prioridad hoy está en el cuidado de la pandemia y estamos todos trabajando ahí”, insistió Larreta, en la presentación en sociedad de su nuevo secretario de Deportes, Carlos "Chapa" Retegui, que llegó en medio de una negociación con los radicales (ver aparte).
No hubo mayor información sobre si la Ciudad tomaría algún tipo de medida para ahorrar energía, por lo que cabe esperar que no la haya. Hasta ahora, desde el PRO la única solución que plantearon a la situación energética es subir las tarifas, como hizo Mauricio Macri durante su gobierno (en el cual hubo en 2019 uno de los mayores apagones de la historia del país). Macri, de hecho, hace algunos días trató de ponerse al frente de las protestas, pero lo ridiculizaron en Twitter. Lo mismo trató de hacer María Eugenia Vidal. Hasta se animó a volver Juan José Aranguren para pedir aumentos masivos de tarifas: “No hay tarifa más alta que aquella que significa no tener energía eléctrica”, filosofó el exministro de Energía de Macri.
Larreta no dijo nada, ni aportó una alternativa de ahorro de energía. Solo se mostró en contra de las medidas, y ya. En el Gobierno porteño, remarcaron que los trabajadores abocados a la pandemia no pueden hacer sus tareas de forma remota (algo que contemplaba el decreto nacional, que era solo para quienes sí pudieran hacer esas tareas desde sus casas). "Deberán realizar la prestación de servicios mediante la modalidad de prestación de trabajo a distancia, en caso de que ello resulte posible”, dice el decreto. No quedó en claro por qué Larreta no lo implementó para aquellos que sí pudieran trabajar a distancia.
Esas contradicciones se las marcó la vocera presidencial Gabriela Cerruti quien, ante la negativa de Larreta, planteó: "Esperamos que el Gobierno de la Ciudad se haga cargo de la responsabilidad del suministro de energía en CABA y apelamos a la solidaridad para que no sea parte de la grieta". Cerruti remarcó que en temas como el calor y el uso responsable de la energía no debería haber conflictos, sino que "todas las fuerzas políticas deberían colaborar". Sobre las recetas de subir tarifas para supuestamente mejorar el servicio, Cerruti recordó: "Insistimos en desacoplar el aumento de tarifas de los cortes de luz. Las empresas deberían haber hecho las inversiones con los aumentos otorgados por Macri".
Con el calor que hace, que incluyó marcas históricas en CABA, es sorprendente que las ganas de convertir en polémica el ahorro de energía no hayan mermado, aunque sea un poco.