Desde Roma
Entre todas las regiones de Italia, Toscana (la región de Florencia), es una de las más cotizadas y buscadas por estadounidenses, ingleses, alemanes, y muchos otros, que quieren vivir allí y compran casas, o al menos elijen pasar allí cada verano. Sus bellezas naturales e históricas heredadas de los pueblos etruscos (siglo IX al I a.C).), de los antiguos romanos y del período medioeval y del Renacimiento, la hacen particularmente atractiva. Toscana se distinguió además en estas últimas décadas por tener poca presencia de las mafias. Se la consideraba casi una región “inmune”, principalmente a Cosa Nostra de Sicilia, ‘Ndrangheta de Calabria y Camorra de Campania (la región de Nápoles) - las tres mafias más importante de Italia- que en cambio se difundieron ampliamente en las regiones del norte del país y en otras naciones de Europa y de las Américas.
A las regiones del norte (Liguria, Piemonte, Lombardía, Emilia Romania), las mafias enviaron varios de sus miembros para crear un “clan”, es decir, un grupo formado por un número de familias que reconocían la autoridad de un jefe. Y luego usaban esas organizaciones para reciclar (es decir lavar) el dinero ilegal que obtenían del tráfico de drogas, entre otras cosas. Pero eso no sucedió en Toscana.
Desde 2020 se venía hablando de que la crisis económica generada por la pandemia habría favorecido a las mafias en general. Entre los que sostenían esto estaba Roberto Saviano, escritor y periodista experto en mafias y que por eso vive bajo protección policial desde hace años, y también el Procurador Antimafia de Palermo (capital de Sicilia), Francesco Lo Voi, que lo explicó en un encuentro con periodistas extranjeros de Roma en abril del 2020.
Según una investigación realizada durante 2020 por el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la prestigiosa universidad Scuola Normale Superiore de Pisa (fundada en 1810), en coordinación con la Universidad de Pisa (fundada en el siglo XIV y donde Galileo Galilei fue profesor de Matemáticas), las cosas han cambiado en Toscana. Y ahora se habla de una “variante toscana” de la mafia, caracterizándola casi como si fuera la variante de un virus, pero no de la coronavirus sino de la “mafiavirus”.
El profesor Salvatore Sberna, politólogo e investigador del departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Scuola Normale Superior de Pisa y que colabora también con la Universidad de Pisa, es uno de los expertos que ha llevado adelante esta investigación. El grupo de investigadores se ocupa desde hace años de corrupción pública y mafias.
-Profesor Sberna, ¿cuál es la diferencia entre Toscana y las otras regiones de Italia respecto a las mafias?
-El elemento que diferencia a la Toscana de otras regiones del centro-norte de Italia como Lombardia, Emilia Romania, Piemonte, es que en éstas regiones hay signos de una presencia histórica de las mafias. En Toscana en cambio no hay indicios de una presencia organizativa. No hay evidencias hasta ahora de grupos de mafias que residan en el territorio. Pero en cambio ahora hay indicios claros de inversiones criminales hechas por las mafias. Sobre todo en una fase como ésta donde hay una gran crisis económica y una mayor necesidad de liquidez, de dinero en efectivo. Ahora conviene a las mafias hacer inversiones en Toscana porque hay algunas actividades económicas, algunos sectores, que son particularmente vulnerables, como bares y restaurantes y turismo en general. Y hacer estas inversiones ofrece a las mafias muchas oportunidades de reciclado (o blanqueo de su dinero sucio).
-¿La infiltración de las mafias en actividades legales es importante?
- La capacidad de infiltración es grande. Pero hay que ver también la otra cara de la moneda, porque existe también lo que podría llamarse una “demanda de mafia”, es decir empresarios que buscan caminos más fáciles para sobrevivir , ilegales, aceptando dinero de las mafias. En Toscana la presencia de las mafias es más invisible. El segundo elemento es que las empresas que han sido investigadas por estar infiltradas por las mafias demuestran tener la “sede legal” al sur del país. No en Toscana. En cambio en otras regiones, muchas de las empresas mafiosas descubiertas tenían sede legal en esas mismas regiones. La presencia de las mafias en Toscana está más camuflada pero no por eso es menos peligrosa.
-¿Otros sectores de interés para las mafias aparte de los asociados al turismo?
-Les interesa también el sector de manufacturas y de la construcción. A veces hasta consiguen adjudicarse licitaciones públicas a través de una empresa legal, porque a menudo esas licitaciones se adjudican a quien propone precios más bajos y los mafiosos pueden hacerlo. Pero en Toscana no es preocupante el sector de las licitaciones sino más bien el sector privado. Para las licitaciones a nivel público se exige documentación de las empresas que a su vez debe ser certificada por las jefaturas de policía. A nivel privado todo es más invisible. Otro sector es el de las basuras. En 2021 hubo la Operación Keu donde los investigadores descubrieron una empresa mafiosa que ofrecía a otras empresas deshacerse de las basuras de modo ilegal. También han despertado el interés mafioso los Night Club, que los mafiosos compran y usan para el tráfico de drogas y la prostitución.
-¿Cuál es la mafia italiana más presente en Toscana? ¿Existen también mafias extranjeras?
-En 2021, ’ndrangheta y camorra eran las más presentes. En los últimos 10 años la presencia de ‘ndrangheta se ha hecho más evidente. No porque haya aumentado su presencia sino porque las autoridades judiciales han sacado a relucir numerosos casos. Por ejemplo, una operación antimafia llamada Vello d’Oro descubrió que los calabreses llegaban a Toscana con las valijas llenas de dinero sucio que entregaban a operadores económicos toscanos. También se secuestraron toneladas de cocaína que llegaban al puerto toscano de Livorno. Entre las mafias extranjeras, que se ocupan sobre todo de droga (cocaína, marihuana, hachis, drogas sintéticas), hay albanesas y chinas. En la zona de la ciudad toscana de Prato, por ejemplo, hay una numerosa comunidad china donde hay demandas de servicios ilícitos, donde hay muchos inmigrantes irregulares, donde se distribuyen drogas. Los chinos están ligados también al mundo textil y de la moda y en este sector abundan los pedidos de créditos a las mafias chinas, porque es difícil para ellos conseguir un préstamo de un banco italiano.
-¿Comparada con otras regiones, Toscana está peor o mejor respecto de las mafias?
Toscana esta lejos de ser como las regiones del sur de Italia que tienen instaladas sus propias mafias. Toscana era considerada una región inmune hasta hace algún tiempo, porque era la tierra de las cooperativas, de las asociaciones. Pero en los últimos tiempos ha habido una “demanda de mafia” también en Toscana. El problema no tiene la misma dimensión que en otras regiones, pero existe. Menos preocupante que Lombardia, Piemonte, Lazio. pero igualmente alarmante.
-¿El poder de las mafias ha aumentado en todo este período de pandemia?
-Los efectos de la pandemia en este sentido los mediremos en los próximos años. Lo que si es cierto es que hay un elevado riesgo de infiltración mafiosa en la economía legal. En una fase de crisis, quien tiene capital en la mano para invertir inmediatamente, es favorecido. Y esto representa una ulterior oportunidad para las mafias. El riesgo en este sentido en 2021 fue más elevado incluso que durante la crisis financiera del 2008.
-¿Se temen infiltraciones en la salud pública, en la venta de medicamentos o mascarillas?
-El problema sanitario es más que nada un problema de corrupción. Es cierto que las mafias se pueden haber infiltrado. Pero hay que tener presente algo que ocurre a menudo en Italia: se criminaliza al mafioso pero no al corrupto. La lucha contra la corrupción pública encuentra muchos más obstáculos que la lucha contra la mafia.