Athlétic Bilbao venció 2-1 este jueves al Atlético Madrid, en la segunda semifinal de la Supercopa de España que se está disputando en Arabia Saudita, y el próximo domingo enfrentará al Real Madrid en la final.
En una remontada, los goles del equipo dirigido por Marcelino García fueron marcados por Yerai Alvarez y Nico Williams, este último uno de los hermanos afrovascos que juegan en el Bilbao; mientras que para los conducidos por Diego Simeone había abierto la cuenta el arquero Unai Simón, en contra de su valla.
El Estadio Rey Fahd de Riad es sede de esta Supercopa de España, cuya primera edición se disputó en 1982, pero que desde 2020 enfrenta en tierras árabes a los dos primeros clasificados de la Liga de Primera División y a los finalistas de la Copa del Rey.
Esta semifinal tuvo pocas atracciones y fue muy friccionada, al punto tal que los tres tantos vinieron de jugadas de pelota parada.
Así y todo, en la ultima media hora de juego, los vascos convirtieron en figura al arquero esloveno Jan Oblak a partir del ingreso de Nico Wiliams, quien elaboró varias jugadas de peligro junto a su hermano Iñaki, los primeros afroespañoles que juegan en el Athlétic Bilbao, club en el que suelen jugar naturales del País Vasco o a lo sumo españoles.
Por su parte, en el Atlético Madrid arrancó como titular Angel Correa, mientras que Rodrigo De Paul se sumó en el complemento. Recién sobre los últimos minutos de juego, el Cholo Simeone ordenó los ingresos del uruguayo Luis Suárez y del brasileño Matheus Cunha, quienes pese a ser delanteros no pudieron torcer el resultado para el Colchonero, que sobre el final se quedó diez por expulsión del uruguayo José María Giménez.
Quiénes son los hermanos Williams
Hijos de un matrimonio de ghaneses que en los '90 huyeron de la guerra en su país caminando por el desierto, sus padres se conocieron en un campo de refugiados.
Luego y tal como contó Iñaki, el mayor de los hermanos, Félix Williams y María Arthuer ingresaron ilegalmente saltando el alambrado que rodea a la ciudad española de Melilla, al norte de Africa. De ahí se trasladaron a Madrid y luego al País Vasco, donde el padre comenzó a trabajar de granjero.
Iñaki nació en Bilbao y Nico, el menor, en Pamplona; rápidamente los niños comenzaron a jugar en el club Natación, que tiene un convenio con el Osasuna y que transfirió a Iñaki al Bilbao cuando era adolescente.
"Mis padres no contaron nada de su vida como refugiados y huyendo de la guerra. Recién a mis 19 años, cuando fuimos con la familia de vacaciones en Dubai, mi madre comenzó a llorar en pleno desierto y nos contó la historia. Hasta ese día nos decían que habían venido a España en avión, y no caminando descalzos y huyendo de las balas", relató el mayor de los hermanos a la prensa española cuando debutó en Primera.
Iñaki, que jugó en la selección de España convocado por Vicente del Bosque, narró que sus padres fueron detenidos cuando ingresaron a Melilla y que iban a ser deportados, cuando un abogado defensor de los derechos humanos les aconsejó alegar que eran perseguidos políticos.
"Mis padres dijeron que eran de Liberia y que huían de la guerra. En Melilla, una persona los conectó con Cáritas de España y allí les dijeron que alguien en Bilbao podía recibirlos; el padre Iñaki Mardones, de Cáritas Diocesanas, los recibió; mi madre venía embarazada de ocho meses, nací yo y me pusieron Iñaki en homenaje al padre Mardones", relató el delantero con marcado acento vasco.