En diciembre una familia tipo porteña necesitó 118.091 pesos para ser considerada de clase media, sin contar el monto destinado al alquiler, ya que la estadística toma como modelo una familia con dos hijos en edad escolar y propietaria de una vivienda. Así lo sañaló el informe de líneas de pobreza y canastas de consumo de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
Esa misma familia necesitó 76.177 pesos para alcanzar la canasta básica total y no ser considerada pobre, siempre sin tener en cuenta el alquiler. La línea de pobreza se elevó 23.996 pesos en un año, lo que representa un 45,9 por ciento interanual. El salario mínimo vital y móvil fijado en 32.000 pesos para diciembre no alcanza para cubrir esa canasta. En noviembre se habían requerido 74.037 pesos para adquirir esa canasta, lo que representa un aumento intermensual de 2,89 por ciento.
Para adquirir la canasta de alimentos básicos que marca la línea de indigencia se necesitaron en diciembre 40.101 pesos. Son 12.787 pesos más que el año anterior, lo que representa un aumento del 46,81 por ciento interanual, según el informe. En noviembre una familia tipo había necesitado 38.945 pesos para alcanzar la canasta básica alimentaria, lo que muestra un aumento intermensual del 2,97 por ciento.
El informe establece los criterios de estratificación social que toma el distrito para delimitar los niveles socioeconómicos en base a los ingresos. Entre ellos, no solo los ya mencionados para pobreza, indigencia y clase media, sino que también estableció el criterio de la clase media "frágil", que lo integran las familias con ingresos de entre 94.472,94 y 118.091 pesos. Para que una familia sea considerada acomodada, sus ingresos deben ser superiores a 377.891,76 pesos.
En cuanto a los jubilados, el informe muestra que un hogar de adultos mayores económicamente inactivos pero propietarios de la vivienda debió obtener mensualmente al menos 37518 pesos para no ser pobres. Luego del aumento de diciembre, la jubilación mínima se ubicó en 29.062 pesos. La canasta básica alimentaria, que establece la línea de indigencia, fue para ese hogar de 20.248 pesos el mes pasado.
Finalmente, para una pareja de 25 años, económicamente activa y no propietarios de vivienda, el costo de la canasta fue de 51.601 pesos, mientras que la alimentaria se ubicó en 24.324 pesos. En 2020 necesitaron 36.184 y 16.567 pesos, respectivamente. Para este sector de la población esto muestra un aumento interanual de 42 por ciento en la canasta básica total y 46 por ciento en la alimentaria.