La oficina del primer ministro del Reino Unido Boris Johnson pidió disculpas a la reina Isabel II luego de que la prensa británica reveló que la noche antes del funeral del príncipe Felipe, en abril de 2021, se realizaron dos fiestas del personal de la residencia del Ejecutivo. Esta nueva filtración sobre los festejos de Downing Street durante el confinamiento se suman a los señalamientos al primer ministro por participar en fiestas mientras el resto del país permanecía confinado para evitar la propagación de la covid-19.
Luto en el palacio, fiesta en el Ejecutivo
El gobierno de Johnson está bajo fuego mientras se le acumulan acusaciones sobre decenas de fiestas celebradas mientras a la población se le imponía reducir los contactos personales para evitar la propagación del virus. En ese momento, las reuniones en el interior estaban prohibidas, y solo se permitía a un máximo de seis personas reunirse en exteriores.
"Es profundamente lamentable que esto haya tenido lugar en un momento de luto nacional y Downing Street se ha disculpado con el palacio", afirmó hoy el portavoz oficial del gobierno británico. Si bien el primer ministro no estuvo presente en esos festejos previo al funeral del príncipe Felipe, la revelación del diario Telegraph se suma a acusaciones sobre eventos y fiestas celebradas en Downing Street durante el confinamiento.
El diario Telegraph, que tradicionalmente defiende la posición del Partido Conservador, fue quien reveló las celebraciones del personal de Downing Street, que ocurrieron el 16 de abril de 2021 y se prolongaron hasta la madrugada. En ese momento el gobierno también había pedido a los británicos no acudir a depositar flores al Palacio Buckingham o a Windsor por la muerte de Felipe de Edimburgo para evitar aglomeraciones que infringieran las normas de distanciamiento social.
El matutino británico reveló que se celebraron dos reuniones y uno de los eventos se trató de la despedida de James Slack, entonces director de Comunicaciones del primer ministro, quien fue nombrado redactor jefe del diario The Sun y hoy se disculpó públicamente por el enojo y el dolor causados. "Este hecho no debería haber ocurrido en el momento en que lo hizo. Lo siento profundamente y asumo toda la responsabilidad", afirmó y agregó que no podía hacer más comentarios porque el tema había sido remitido a la investigación que está realizando la funcionaria pública Sue Gray.
Según indica el Daily Telegraph, esa misma noche en Downing Street hubo otra celebración de despedida para uno de los fotógrafos personales del primer ministro. De acuerdo con testigos, los dos festejos se fusionaron. Al menos unas 30 personas consumieron alcohol, bailaron hasta la madrugada. Los testigos además revelaron que más de un miembro del personal estaba lo suficientemente alegre como para utilizar y romper el columpio de Wilfred Johnson, el hijo pequeño del primer ministro.
Esta semana un correo electrónico se filtró a la prensa británica que reveló la invitación a un cóctel al aire libre para más de 100 empleados de la residencia oficial mientras el resto del país tenía prohibido reunirse con más de una persona. En esa ocasión, el primer ministro participó junto a su esposa Carrie. Johnson pidió disculpas y aseguró que lamentaba "mucho no haber hecho las cosas de manera diferente esa noche". El líder conservador argumentó que pensó que se trataba de un evento de trabajo para agradecer su personal por los esfuerzos durante la pandemia.
Este viernes por la tarde, la exresponsable del grupo a cargo de elaborar las restricciones anticovid, Kate Josephs, se disculpó también por haber organizado una fiesta de despedida en oficinas del ejecutivo el 17 de diciembre de 2020.
Pedidos de renuncia
El líder del Partido Nacional Independentista escocés (SNP) en Westminster, Ian Blackford, dijo a la BBC que se había quedado perplejo al enterarse de las supuestas fiestas en la residencia oficial en la víspera de las exequias del duque de Edimburgo en abril de 2021, esposo de la monarca británica. Blackford recordó la foto de la reina sentada sola en la Catedral donde se velaba a su esposo respetando las reglas sanitarias contra el coronavirus que limitaban las reuniones sociales a grupos de más de seis personas en los interiores.
"Creo que todos pueden recordar esa foto de la reina sentada sola en el funeral del Duque de Edimburgo. Solo la grosería y la insensibilidad de los que estaban alrededor del primer ministro, los del número 10, que no tenían una, sino dos fiestas la noche anterior y todo el rumor de que trajeron alcohol en una valija y todo lo demás", expresó.
Según el diputado escocés, la "cultura del alcohol" en la residencia oficial durante el confinamiento no era aceptable cuando la gente común estaba haciendo tantos sacrificios. Por ese motivo, Blackford consideró que Johnson es el que dirige el Gobierno y que era su personal el que estaba de fiesta, por lo que insistió con el pedido a su renuncia.
Ayer, el líder de los conservadores escoceses, Douglas Ross que encabeza un grupo de parlamentarios que también pide la dimisión de Johnson, calificó al líder británico como un zombie político y anunció que escribirá al Comité 1922, que organiza los comicios por el liderazgo conservador, para dejar constancia de su falta de confianza en el primer ministro.
También los diputados conservadores William Wragg y Caroline Nokes instaron a Johnson a que deje el cargo como primer ministro. Wragg argumentó que la posición de Johnson es "insostenible". El líder de la oposición laborista Keir Starmer, por su parte, instó al primer ministro a renunciar, calificándolo de "espectáculo patético de un hombre que se había quedado sin rumbo".