La trama de corrupción que cerca al presidente Michel Temer suma un nuevo capítulo: hoy la policía brasileña detuvo a un asesor clave del mandatario, Tadeu Fillipelli, acusado de participar de desvíos y sobreprecios en la reconstrucción del estadio Mané Garrincha, para la Copa Mundial de Fútbol de 2014. Fillipelli tiene su despacho al lado del mandatario, desde los primeros días de su gestión, pertenece al oficialista Partido del Movimiento de la Democracia del Brasil (PMDB) y es ex vicegobernador del Distrito Federal.
De acuerdo a las investigaciones, Fillipelli habría inflado el costo de las obras para la renovación del estadio céntrico, previo al Mundial 2014, con una diferencia de 274 millones de dólares, teniendo en cuenta que el presupuesto inicial fue de 180 millones de dólares, pero finalmente tuvo un costo de más de 454 millones de dólares. "La hipótesis investigada por la Policía Federal es que agentes públicos, con intermediación de pagadores de sobornos, simularon procedimientos previstos en la convocatoria de licitación", señaló un comunicado de las autoridades.
Según la Policía, en la licitación de esas construcciones había salido beneficiada Terracap, una compañía pública de Brasilia que no se dedicaba a estas actividades y que pertenece al Gobierno Federal. Es la renovación más cara de todas las que se hicieron para el Mundial, que dejó a Terracap en “estado de inminiente insolvencia”, según las autoridades. La operación se basó en las informaciones que ofrecieron, en un acuerdo de colaboración judicial, directivos de la constructora Andrade Gutierrez, implicada en la gigantesca trama corrupta destapada en el seno de la estatal Petrobras e investigada desde hace más de tres años por las autoridades.
Por ese mismo motivo, los exgobernadores de Brasilia José Roberto Arruda (Partido de la República) y Agnelo Queiroz (Partido de los Trabajadores) también fueron detenidos esta mañana. Además de los tres detenidos mencionados, se realizan 15 allanamientos y hay tres órdenes de declaración de "conducción coercitiva", es decir, llevar a la persona obligatoriamente a declarar.
El caso del estadio Mané Garrincha no es el único bajo sospecha porque, según admitieron ante la Justicia exdirectivos del grupo Odebrecht, otros cinco de los 12 estadios de fútbol que fueron construidos o reformados en Brasil para el Mundial de 2014 tuvieron sobrecostos provocados por las propias constructoras para desviar dinero. Aunque, por la dimensión de las operaciones, la obra del Mané Garrincha es considerada la más importante e incluso la bautizaron “Panantenaico”, que en la Grecia Antigua era el estadio de las competiciones olímpicas.