La oposición en la Cámara de Diputados brasileño apeló al recurso de "obstrucción" del tratamiento legislativo para congelar cualquier proyecto de ley hasta que el cuerpo trate una enmienda para habilitar las elecciones directas ante un posible paso al costado del presidente sustituto Michel Temer, jaqueado por las denuncias de corrupción. Sin embargo, con la mayoría oficialista, la sesión avanzaba entre duras críticas de la oposición al Gobierno y a los legisladores de la alianza de gobierno.  

El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, perteneciente a la coalición de gobierno que auspició el golpe contra Dilma Rousseff, abrió la orden del día con la intención de tratar un decreto presidencial que modificó el acceso a los fondos previsionales y otra normativa de reajuste de salarios públicos, pero se encontró con la negativa de los bloques opositores, que utilizan sus tres minutos en la tribuna de la Cámara para exigir "diretas já" y "Fora Temer".  

Temer quedó en jaque tras la filtración de una escucha en la que dio su acuerdo al dueño del frigorífico JBS Joesley Baptista para el pago de una coima para mantener en silencio al expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, detenido en el marco de la megacausa de corrupción Lava Jato, integrante del PMDB y armador del golpe institucional contra Rousseff.  

"Nos oponemos al tratamiento no porque estemos en contra sino porque la gravedad de las denuncias que quitaron cualquier legitimidad al presidente Michel Temer son un verdadero escándalo contra cualquier estado democrático", apuntó el diputado Henrique Fontana del Partido de los Trabajadores (PT). Fontana interpeló a sus colegas para que "tengan un mínimo de sensibilidad con este país y no ir por una elección indirecta" y luego al presidente de la Cámara: "¿Qué va a hacer con los 12 pedidos de impeachment que están en sus manos?"

Media hora antes del inicio de la sesión, la Comisión de Asuntos Constitucionales y Justicia había iniciado el debate impulsado por la oposición para la votación de una enmienda que modifique la carta magna brasileña, y habilite una elección directa ante una posible renuncia de Temer, juicio político o destitución por parte de la Corte Suprema. 

Según la constitución brasileña, si se pone fin al mandato de un presidente a dos años de terminar su ciclo —el de Temer finalizaría en enero de 2018, ya que continúa el período otorgado por el voto popular a Rousseff— el sucesor debe ser elegido de manera indirecta en las Cámaras de Diputados y Senadores, 30 días después de la dimisión. El debate en comisión quedó suspendido al inició de la sesión parlamentaria, en la que la oposición decidió apelar a la "obstrucción". 

"Hay graves denuncias contra el presidente, que está siendo investigado, no podemos continuar como si nada pasara. Precisamos otorgar al pueblo el derecho de elegir a su nuevo presidente", aseguró el diputado opositor Alessandro Molon del bloque Rede. En tanto, el oficialista, Henrique Lustosa consideró que "cualquier propuesta que venga a poner más inestabilidad" será rechazada por la coalición que sostiene el respaldo a Temer.