Familiares de una joven wichí de 18 años embarazada que falleció el jueves a la madrugada en el Hospital Juan Domingo Perón, de la ciudad de Tartagal, responsabilizan al personal médico debido a que había ingresado con el feto muerto y esperaron varias horas sin realizarle una intervención, aunque habían informado que intentarían un parto natural. 

La subgerenta de la institución sanitaria, Lorena Torres, dijo que esperan el descargo de los médicos, una obstetra y el personal de enfermería, para enviarlos al Ministerio de Salud Pública de Salta, el que evaluará las actuaciones de cada unx en la atención de la paciente. La funcionaria indicó que la fallecida tenía hipertensión.

Aldana Quico era oriunda de la comunidad La Puntana, en el municipio de Santa Victoria Este, en el límite tripartito con Bolivia y Paraguay. Desde ese lugar, en el departamento Rivadavia, se había trasladado el miércoles para que la asistieran en el Hospital de Tartagal porque estaba adolorida, contaron sus familiares.

La subgerenta del hospital aclaró que la joven no fue su paciente y solo accedió a ver la historia clínica. Explicó que ayer recibieron la visita de funcionarias del Ministerio de Salud Pública en relación a la muerte de Quico y que analizaron la situación con los médicos que intervinieron en la atención de la joven. 

Torres Indicó que todos los efectores de salud que participaron de la atención a la embarazada deberán hacer un descargo. Aclaró que los familiares de la fallecida no hicieron ninguna presentación o denuncia: "no hemos recibido ningún oficio". Sin embargo, el fallecimiento de la joven tomó estado público por las  manifestaciones de la familia en medios de comunicación locales. "El Ministerio está en proceso de investigación (...), va a determinar la conducta que se va a seguir en este caso", aseguró la subgerenta.

Torres contó que la joven se había realizado los controles prenatales en centros de salud periféricos pero ingresó con el feto muerto al hospital el miércoles pasado el mediodía por la guardia de gineco obstetricia. Dijo que los médicos "iban a determinar un parto".

Uno de los cuestionamientos de los familiares es que pretendían someterla a un parto normal, a pesar de que el feto estaba muerto. Torres dijo que fue un criterio médico de quienes la asistieron, sobre la base del progreso de la paciente, y se excusó aclarando que no es ginecóloga y no puede opinar respecto a las intervenciones de los ginecólogos. Indicó que en la historia clínica se señaló que la joven tenía hipertensión, lo que podría haber sido la razón para no hacerle una cirugía. "Era primigesta, venía con controles bien, hasta que en el centro periférico (le detectaron) hipertensión y le pidieron el control de laboratorio", explicó Torres. La joven permaneció alrededor de 12 horas en el Hospital y falleció pasadas la cero hora del jueves.

El cacique Hugo Soruco, de la comunidad wichí Kilómetro 6, donde vive la madre de la joven fallecida, contó a Salta/12 que tuvo que tramitar el féretro y el transporte y fue cubierto por la municipalidad de Santa Victoria Este, ya que la familia decidió enterrarla en La Puntana. El cacique dijo que en otro momento la joven también vivió en su comunidad y que solía ir a ver a su madre que tiene una casa allí, cerca de Tartagal.  

Soruco dijo que a la joven la derivaron de Santa Victoria Este al Hospital de Tartagal y que la familia sostiene que hubo un descuido de los médicos respecto a la atención que debían brindarle. "No sé por qué no hicieron más nada", lamentó.

Una tía de la joven relató a Videotar Noticias, de Tartagal, que la semana pasada la madre llevó a Quico a "la maternidad de aquí" y "Le ha dicho el médico que todavía falta (para el parto), que vaya a la casa", a pesar de que su sobrina ya tenía pérdidas en ese momento, "el bebé ya estaba mal" y luego "falleció dentro de su mamá", sostuvo. 

El cacique de La Puntana, Pablo Solís, contó que después del entierro de la joven, su familia viajó a Tartagal para hacer una denuncia en la Fiscalía.