El serbio Novak Djokovic, tenista número uno del mundo entre los varones y cuya visa para ingresar a Australia fue anulada por segunda vez en las últimas horas, regresó este sábado al hotel que sirve como centro de detención de inmigrantes en Melbourne tras reunirse con los abogados que lo representan.

El nueve veces ganador del Abierto de Australia estará hasta la madrugada del domingo en el lugar donde se encuentran retenidos inmigrantes indocumentados y que tiene mala fama por su escasa higiene y falta de confort, antes de la vista judicial programada para las 19.30 del sábado en Argentina -9.30 del domingo en Australia- que será decisiva para su permanencia en el país.

El serbio llegó al Hotel Park, en el que estuvo recluido por primera vez desde el jueves 6 al lunes 10, en una comitiva integrada por dos autos, vestido con ropa verde, con una gorra y un barbijo, señaló el periódico local The Herald Sun.

Djokovic tenía permiso para reunirse con los abogados que lo representan y tratar los argumentos con los que buscan apelar la decisión tomada este viernes por el ministro de Migraciones australiano, Alex Hawke, quien decidió revocar su permiso de entrada.

Los argumentos del ministro

Hawke presentó un documento de 258 páginas ante el tribunal denunciando, entre varios puntos, que la presencia de Djokovic puede "conducir a un aumento del sentimiento antivacunas en la comunidad" lo que podría derivar en disturbios, como los registrados previamente en Melbourne.

"He considerado el hecho de que Djokovic es una persona no vacunada de alto perfil que ha indicado públicamente que se opone a vacunarse contra la COVID-19", escribe Hawke en el documento hecho público este sábado.

"La presencia continua del señor Djokovic en Australia puede conducir a un aumento del sentimiento antivacunas generado en la comunidad australiana, lo que podría conducir a un aumento de los disturbios civiles del tipo experimentado anteriormente en Australia con mítines y protestas", desarrolla.

Cronología de un escándalo

Djokovic viajó el 5 de enero a Melbourne desde España gracias a una exención médica debido a que no está vacunado, lograda por haber estado contagiado de la covid-19 recientemente, aunque a su llegada las autoridades le cancelaron el visado y lo detuvieron.

El lunes pasado, un tribunal ordenó la liberación del tenista tras entender que no se le había tratado con "equidad", pero este viernes el ministro volvió a cancelar el visado y los abogados de Djokovic a su vez apelaron la decisión que podría llevar a su deportación.

El Abierto de Australia comenzará el lunes próximo y Djokovic debería debutar ante su compatriota Miomir Kecmanovic, aunque en esta coyuntura aún no se sabe si podrá jugar el certamen.